
Interior
Hace apenas dos meses, Javier Milei votó la iniciativa de Sergio Massa que permitió eliminar el impuesto a la cuarta categoría de ganancias, que afectaba a un amplio universo de los trabajadores argentinos con salarios más elevados.
También se cansó de repetir que venía eliminar impuestos hasta el cansancio, afirmando que a través de su recaudación el estado asaltaba a la sociedad. Pero, a partir de su asunción, el presidente parece haber sufrido constantes ataques de amnesia. Asegura que ganó proponiendo un duro ajuste, pero omite que afirmaba que lo pagaría la “casta” y ahora lo impone sobre todos los argentinos. Las medidas anunciadas por Luis Caputo este martes expresan claramente un incremento de los beneficios de empresarios financieros, exportadores y el agro, en detrimento del resto de los argentinos. Justamente aquellos que creyeron en los cantos de sirena de su discurso de campaña.
En su tarea cotidiana de eliminar derechos y destruir los ingresos y la calidad de vida de la mayoría de la sociedad, desde el gobierno nacional anticiparon que se enviará al Congreso un proyecto para revertir la modificación sobre Ganancias realizada a fines de septiembre, la cual eliminó la cuarta categoría que gravaba los sueldos de trabajadores.
A excepción de Juntos por el Cambio, el resto de las bancadas votaron la progresiva medida, incluido el propio Javier Milei que, por entonces, se mostraba como libertario y partidario de poner fin al saqueo estatal. "Las bajas de impuestos siempre favorecen a la gente", afirmó por entonces, asegurando que "se mantendrán las reducciones" durante su gobierno.
Su enamoramiento con las ideas libertarias no le duró ni veinticuatro horas. Intervino en el mercado de cambios, fijó una cotización artificial para el dólar y promovió un conjunto de medidas que benefician a los tiburones de siempre, y que implican un gravísimo daño para la sociedad. Una vez dispuesta la eliminación de contratos de obra y designaciones recientes en el estado, ahora los trabajadores en blanco son su próxima víctima.
¿Soportará la paciencia de la sociedad la estafa electoral a la que fue sometida? ¿Afectará la gobernabilidad? ¿O el león impondrá su liderazgo sobre una manada de ovejas convencida de que resignar y transferir ingresos a los más poderosos los vuelve “libres”? El tiempo lo dirá. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS