Se multiplican los casos de torturas y fugas en los institutos de menores bonaerenses

En el caso del centro Almafuerte, el episodio incluyó un total de cinco fugas. La primera de ellas se dio en las instalaciones del hospital. Luego, otros cuatro jóvenes escaparon en horas de la noche de forma insólita: alguien abrió todos los candidatos, incluido el de una oficina cerrada donde se depositaban las llaves.

Así lo explicó un trabajador a REALPOLITIK: “Hay sospechas de que haya habido mucha guita en el medio porque todos se escaparon con su candado, es decir, se escaparon de la celda llevándose el candado.Estaban todos durmiendo menos el jefe de guardia pero me da la impresión de que esto se arregló otro día”.

En tanto, en el instituto Aráoz Alfaro tres internos mayores de edad intentaron ahorcar a otro. Primero lo asfixiaron colocándole una bolsa en la cabeza, cometiendo sobre la víctima todo tipo de vejámenes para, finalmente, golpearle con un fierro en el cráneo.

La víctima de la paliza fue encontrada de casualidad tirada en el patio trasero y posteriormente se supo que los agresores habrían cometido el ilícito en estado de alteración mental, por el consumo de estupefacientes.

Finalmente, fuentes internas aseguraron a REALPOLITIK que desconocidos habrían ingresado a la sede del Alfaro unas setenta pastillas sin que esto fuera advertido por los trabajadores del organismo. Aunque nadie hable del tema, el resultado del ilícito está a la vista. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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