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16 de diciembre de 2023 | Opinión

Transporte marítimo y fluvial y del comercio exterior

Ni belgas, ni chinos. ¡Argentinos!

En una nota de Infobae, el empresario naviero, Fernando Morales, alerta sobre la inminente derogación de la ley de Cabotaje 19.492 (nacida en 1944 como decreto), una verdadera ley soberana.

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por:
Feliciano Ramos

Cabe señalar que a la ley 19.492 solo es posible derogarla mediante otra ley, por la categoría de leyes, por lo tanto no será tan inminente su eliminación, ya que para esto debe sesionar el Senado con amplio debate de por medio.

Como lo expresa el empresario, con la derogación de esta ley se procederá a la desregulación del transporte por agua. Sin embargo, poco queda por desregular en ese sentido porque  ya  desde  hace  mucho  se  viene  “desregulando”,  especialmente  desde  la década  del  90,  cuando  el  gobierno  de Carlos  Menem extranjerizo  el  río  Paraná  y  todo  el comercio   exterior   argentino   con   consecuencias   devastadoras   para   el   sector mercante  y el  país todo.  Los  gobiernos  que lo sucedieron convalidaron  esa entrega, ya que poco y nada hicieron para recuperar la soberanía perdida. Es más, el gobierno saliente lo convalidó con el ladino decreto 949/20.

Poco queda por destruir de la agonizante Marina Mercante argentina, ya que con el tratado de navegación con el Paraguay de la dictadura de Juan Carlos Onganía, el tema de la bandera de conveniencia y la entrega de los ’90 quedó en total agonía y con ellos los trabajadores marítimos mercantes.

La desregulación tan querida por los neoliberales es en realidad una lisa y llana entrega del país, porque ya que miramos en el tema del libre comercio a Estados Unidos, también debemos tomar ejemplo su accionar como país en protección de sus intereses, como dice en la nota de infobae: “En Estados Unidos no se puede  mover  un  tornillo  por  agua  si  no  es  transportado  en  buques  de  bandera, construidos en el país y tripulado por ciudadanos estadounidenses”.

Yo agregaría que en Estados Unidos no dragan los chinos ni los belgas, se draga con buques y personal de la misma armada de Estados Unidos. Creo que en ese sentido deberíamos aprender del país del norte, cómo se protegen los intereses nacionales, solo así llegaremos a ser un país respetable.

Por eso no entiendo que estén tan preocupados de que vengan a dragar el río Paraná y de la Plata los chinos y no advertir que por treinta años están dragando los belgas los ríos Paraná, de la Plata y desde hace algunos años el río Uruguay. Ni belgas, ni chinos. ¡Argentinos!

Tenemos la última flota estatal, la flota de dragas, balizadores, remolcadores, lanchas batimétricas  y  un  sinfin  de  buques  auxiliares  de  la  dirección  nacional  de  Vías Navegables inactiva desde el gobierno de Mauricio Macri hasta la fecha, por orden misma de los gobiernos que deberían ponerla a producir, para así hacer como Estados Unidos y dragar nosotros nuestros ríos.

Es un grave error que condenara aún más al país y no proteger la Marina Mercante nacional, no reactivar los astilleros como Río Santiago y la dirección nacional de Control de Puertos y Vías Navegables (DNVN) para así, como Estados Unidos, construir nuestros propios buques y dragar nuestros propios ríos. Ya lo hicimos una vez y fuimos grandes. Recuperemos lo perdido.

Teniendo un país atravesado de ríos navegables y un mar Argentino inmenso, con un largo de país de costas marítimas, y una Argentina bicontinental, es estúpido no tener una gran Marina Mercante.

Por otro lado y para concluir, pregunto: ¿Cómo competir con las marinas mercante extranjeras? Ya que, por ejemplo, los buques extranjeros que operan por décadas en Argentina, jamás  pagaron  ningún  impuesto en  nuestro  país,  ni  tampoco  tienen similares  regímenes  laborales. Por  lo  tanto,  así  no  hay  competencia  posible.

Las consecuencias de esta desregulación total será desocupación, pobreza y una pérdida de soberanía tan grande que pone en riesgo la nación misma. La soberanía del transporte marítimo y fluvial y del comercio exterior es la madre de las riquezas de un país.

 

(*) Feliciano Ramos es capitán dragador y miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.


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