Sábado 12.10.2024 | Whatsapp: (221) 5710138
18 de diciembre de 2023 | Opinión

Elecciones en Boca

Ganó Riquelme, ganó la democracia

Javier Milei quiso ser el Rey León, pero no le dio el cuero. Apenas sí puede aspirar a ser ese Simba adolescente que se sometía a las órdenes de su tío Scar, que imponía una nueva era de oscuridad trayendo consigo a su manada de hienas.

facebook sharing buttonCompartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing buttonCompartir
telegram sharing buttonCompartir
print sharing buttonImpresión
gmail sharing buttonCorreo electrónico

por:
Alberto Lettieri

Pocas veces se ha visto un deterioro de capital político tan instantánea y evidente en la historia universal. Ni siquiera Alberto Fernández experimentó algo así, ya que antes de detonar su propia autoridad gozó de picos de popularidad de más del 80 por ciento en los inicios de la pandemia.

Para los ingenuos que votaron el “cambio”, pensando que “peor no podríamos estar”, la realidad les escupe la trágica verdad en la cara: el programa por el que votaron se escurrió como arena entre las manos, y ahora la mayoría de quienes lo ungieron presidente son las primeras víctimas de una gestión que no refleja las propuestas de Javier Milei, sino las de Mauricio Macri. También lo pagaremos el resto de los argentinos, pero con una diferencia moral sustantiva: el convencimiento de haber hecho lo correcto, al menos en materia electoral, y la confirmación de que todo lo que se había adelantado sobre el pretendido libertario -tal como había sucedido en 2015 con Mauricio Macri- era cierto.

Apenas una semana después de haber asumido, Javier Milei tuvo su primera derrota electoral. También tuvo su primer encuentro con la sociedad después de haber asumido, si exceptuamos su festiva participación en la celebración judía de Januká, en el mismo momento en el que su ministro, “Toto” Caputo, anunciaba una serie de iniciativas que imponían la pobreza y vaciaban la mesa de la mayoría de los argentinos, al tiempo que beneficiaban a los intereses más concentrados de la economía. Milei bailando y haciendo demostraciones exageradas de felicidad mientras sometía al hambre y la miseria a amplios sectores de la sociedad fue una confirmación de que el príncipe en realidad era un sapo, y que la “casta” no era la política sino todos nosotros.

Pero este domingo la demostración de su impericia política llegó a un punto de no retorno, cuando se presentó, encapuchado y rodeado de custodios, ingresando por una puerta lateral para tratar de pasar desapercibido, a las elecciones en Boca Juniors. El mismo Milei que dijo que “ya no era de Boca” desde que había asumido Juan Román Riquelme, ahora volvía al club para rendirle tributo a su jefe, Mauricio Macri.

El ex presidente, anoticiado de que no podría imponerse en el acto electoral ni siquiera concurrió a votar, y mandó al apichonado Simba a poner la cara. ¿Resultado? Milei se comió los insultos y los reproches por su traición a su programa electoral, debió poner los pies en polvorosa y salir como rata por tirante, y dejó expuesto a los ojos de la sociedad quien ejerce supremacía moral sobre él.

¿Le hacía falta exponerse de ese modo, en una grieta partidaria que no era la suya? ¿No debería haber sido prescindente, dando así una señal de que su autoridad presidencial se ejerce sobre todos los argentinos y no sobre algunos en detrimento de otros? Mauricio ya se despachó a Horacio Rodríguez Larreta y a Patricia Bullrich como candidatos presidenciales. Ahora va por un incauto Javier Milei.

Lo más grave del caso es que para cumplir su rito de devoción a su jefe, Milei pospuso para luego de la votación su visita a Bahía Blanca, destruida por la tempestad y con más de una docena de muertos. Así dejó en claro sus prioridades: primero la obediencia, después la responsabilidad con sus compatriotas. Llegó mucho tiempo después del gobernador provincial Axel Kicillof, lo cual lo dejó aún más en evidencia. Lo peor de todo es que llevó las manos vacías: “Estoy confiado en que ustedes van a lograr resolver esta situación de la mejor manera posible con los recursos existentes”, afirmó.

La declaración provocó indignación: el presidente que le regaló dos helicópteros, alimentos y medicamentos a Ucrania no dispuso girar un solo centavo a sus compatriotas en plena catástrofe. Y dejó planteado otro interrogante: Si nos tenemos que arreglar solos…. ¿para qué te precisamos? ¿Los ucranianos son “estéticamente superiores” a los argentinos?

Cuando quien hace apenas unos años se reconstruyó como libertario y ahora gobierna como neoliberal, era católico pero ahora está en proceso de conversión a la fe judía, y no era más de Boca Juniors pero volvió a serlo tomó conciencia del gravísimo error político cometido al asistir como manso corderito a unas elecciones a las que su candidato les sacó el cuerpo, primero envió a su canciller, Diana Mondino, a destacar en su cuenta de Twitter la "valentía" y la "hombría" del presidente porque se animó a ir a votar en Boca "en medio de un clima híper hostil".

Una declaración tan absurda como su decisión de asistir, aún a sabiendas, desde varios días atrás, que Juan Román Riquelme se impondría de manera contundente. Más tarde Milei llamó, muy enojado, a Mauricio Macri, quien se encontraba bien lejos de la Ribera: nada menos que en Arabia Saudita. 

La fragilidad política de Milei debe haber sido la única novedad favorable que recibió en el día. ¿Cuál era la estrategia de Mauricio para Boca? Después de la derrota en la final de la Copa Libertadores contra Fluminense, Macri decidió presentarse como vice de su empleado, Andrés Ibarra, descontando que ese mal resultado hundiría al ídolo histórico de Boca.

Con esa ventaja a favor, movió los hilos de la Justicia que tan bien sabe digitar para tratar de borrar del padrón a 12 mil nuevos socios cuestionados por la manera de haber sido incorporados al padrón, aunque el estatuto no dispone un procedimiento concreto de inclusión y el propio Daniel Angelici -cuando fue presidente por la facción macrista- recurrió al procedimiento que ahora se objetaba.

La Justicia actuó siguiendo los dictados de Mauricio, también impuso una persecución muy floja de argumentos sobre el hermano de Román, hasta que finalmente debió aceptar que las elecciones debían llevarse a cabo. Pero, a pocas horas de su realización, aceptó insólitamente que los socios cuestionados votaran en mesas diferenciadas. Macri esperaba así que esos votos fueran determinantes para la victoria de Riquelme, y entonces exigir la intervención del club a cargo de alguien de su entorno. 

Pero le salió pésimo: de los 14 mil votantes cuestionados sólo concurrieron 6 mil, y Riquelme se impuso por amplísima mayoría aún sin contar esos votos. Con la expresión democrática de los boquenses, se cayó no sólo el proyecto de privatización de los clubes de fútbol argentinos, sino también el fabuloso negocio de venderle el fútbol de Boca a empresarios saudíes. También otros dos objetivos encadenados de Macri se fueron al tacho: su pretensión de escalar, a través de Boca, a la presidencia de la AFA, para usarla como trampolín para tratar de acceder a la titularidad de la FIFA. El pueblo boquense, tal como lo hizo el pueblo argentino en 2019, le dijo que no.       

De este modo, la elección de Boca Juniors deja muchos heridos y grandes interrogantes. Un pibe surgido en Argentinos Juniors, convertido luego en ídolo histórico de la azul y amarilla, en un solo y único golpe derrotó a Macri, a Milei y a la Justicia que responde al ex presidente. Lo hizo sin más armas que su empatía con la sociedad y la verdad del sufragio, algo que transita por la vereda opuesta a la de sus derrotados. 

Pero hay, además, otro dato que no puede dejarse escapar: lo que no pueden aceptar ni Macri ni los Mauricios del patriciado argentino es que un ex empleado pretenda ser jefe. Lo sufrieron Larreta y Bullrich; ahora lo está experimentando Javier Milei. Con dignidad y constancia, Riquelme les arrojó en la cara cuál era el camino correcto para la victoria popular.

Ganó Riquelme, ganó el pueblo boquense. En definitiva, ganó la democracia contra el aparato. Una buena noticia en medio de tantas calamidades. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!