Denuncian el uso de vacunas sin cadena de frío en nosocomio bonaerense

Con el coronavirus casi controlado, los ciudadanos se relajan y hay menos probabilidades de que este virus resulte mortal. Gran parte de este proceso se debe a la inoculación masiva que se llevó adelante estos últimos años, incluyendo las dosis extras que algunos optaron por darse. Esa misma sensación de calma llegó a los trabajadores de salud que, tras años de lucha contra el COVID-19, sienten que los riegos son cada vez menos. Sin embargo, hay algunas excepciones. 

En las últimas horas, un trabajador de UPA denunció a REALPOLITIK que el director del hospital San Juan de Dios, Guillermo Ramos, y -puntualmente- responsable del efectivo funcionamiento del UPA6, habilitó el uso de vacunas que perdieron la cadena de frío y se negó a activar el protocolo de contingencia. Este profesional de salud que pidió mantenerse en el anonimato por temor a las represalias, aseguró que las condiciones del vacunatorio en aquel 2022 (año que se efectuó la denuncia) era "deplorable" e incluso que funcionó "dentro de la morgue del hospital".

Guillermo Ramos, director asociado de la Unidad de Pronta Atención (UPA) Nro. 6, Los Hornos.

"El año pasado denunciamos mediante el ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) que el vacunatorio funcionaba en la morgue y que las vacunas, tanto de COVID como las del calendario habitual, se guardaban en una heladera de mantenimiento sin control de temperatura", indicó. Aunque la denuncia formal no se concretó hasta que un empleado halló "esa misma heladera abierta" y con las vacunas echadas a perder. 

"El director de negó a activar el protocolo de contingencia correspondiente para el desvío de cadena de frío de las vacunas por temor a que vayan a inspeccionar y vean que el centro de vacunación funcionaba en la morgue", entre otros descuidos y abandonos del nosocomio.

Percibiendo lo que estaba ocurriendo, el profesional de salud se comunicó con un representante de la Región Sanitaria XI, estos intimaron al director para que active un protocolo de las vacunas que perdieron la cadena de frío hasta que un equipo de profesionales vayan a verificar que aún estaban en condiciones de ser utilizadas. Sin embargo, cuando el denunciante bajó la guardia, el director autorizó el uso de las vacunas que estaban en cuarentena, ignorando por completo las sugerencias de sus superiores. 

Estas vacunas fueron utilizadas durante los meses de septiembre y diciembre del año pasado, "la gente que acudió al vacunatorio fue inoculada con vacunas estropeadas. Por lo tanto, bebés y adultos mayores (población vulnerable) quedaron expuestos a no generar inmunidad para enfermedades graves como pueden ser el coronavirus, sarampión, tétanos, hepatitis, varicela, meningitis y neumonía, entre otras".

En su defensa, Guillermo Ramos y la codirectora Eva Mercado dijeron que las vacunas "estaban frías al tacto" por lo que aún servían. Además, Ramos "aduce que las mismas sirven tiempo después de vencidas, exponiendo a los trabajadores del área de la farmacia a tener que entregarlas en (posiblemente) mal estado, con todo lo que esto desde el punto legal implica", agregó el denunciante. "Incluso, los obligan a cortar los blisters y borrar de botellas de jarabe y gotas para oídos la fecha de caducidad para que no se vean y expongan que están vencidos".

Para agravar aún más la situación, los trabajadores que osaron cuestionar al director por su descuido, fueron despedidos sin explicaciones. "Notificaron bajas de becas, despedidos en el sector administrativo, incluso echaron a una empleada que está en tratamiento psiquiátrico. Al día de recibir la noticia de que se quedaba sin trabajo intentó quitarse la vida", denunció. "Creemos que se debe también a las diferencias políticas, porque Ramos es K", añadió.

Si bien, los sindicatos y la ATE deben responder y defender los derechos laborales de estos trabajadores ante esta persecución laboral, "no hacen nada". Ante los aprietes y despidos, los trabajadores y afectados y sus compañeros elevaron un comunicado que se titula "basta de persecución": "Los trabajadores de la UPA6 no vamos a seguir tolerando la violencia institucional generada por el director de esta institución utilizando tácticas de disciplinamiento mediante sanciones arbitrarias e injustificadas hacia compañeros de nuestros servicios", inicia.

Basta de persecución.

"Los trabajadores conocemos nuestro servicio, nuestras labores y nuestro rol como profesionales de la salud y agentes sanitarios. También sabemos organizarnos bien sin necesidad de coordinadores que no son elegidos por el voto democrático de los trabajadores de cada servicio sino que responden a los intereses políticos de la gestión", agrega.

Bajo ese pie, señalan que tienen conocimiento de "la enorme cantidad de irregularidades e ilegalidades que se llevaron a cabo en esta gestión, tenemos evidencia y la capacidad suficiente para denunciarlas". Aunque, "el principal objetivo no es llegar a la confrontación" sino que se cumpla con la reglamentación y que "nos dejen trabajar en paz, cumpliendo nuestras obligaciones como corresponde". 

Un más reciente comunicado elevado a la directora ejecutiva Noemí Logiurato, clama por la reincorporación de los trabajadores despedidos por "las diferencias que tienen con el director", así como también la ampliación del nosocomio que actualmente no cuenta siquiera con los lavamanos correspondientes donde se los necesita. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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