Judiciales
Debate nacional
Martín Lousteau y su gran examen partidario ante un DNU que mete presión
Una semana más que importante, a modo de prueba de fuego, tuvo el presidente del comité nacional, Lousteau, en medio de la tempestad que significó la presentación casi simultánea de un DNU estilo “portaaviones” la ley Ómnibus, que fue ingresada al Congreso para su tratamiento a sesiones extraordinarias.
Hasta el momento Martín Lousteau solo gozó de una sensación pasajera de unanimidad en el centenario partido aunque, vale decir, no por habilidad y voluntad propias de su gestión, sino por una cuestión natural del militante radical por antonomasia, que es esencialmente respetuoso de la república y sus instituciones
En ese sentido y en primer lugar, los hombres y mujeres de Alem atacaron en conjunto al DNU desde el enfoque netamente formal. Así, distintos legisladores, gobernadores y dirigentes partidarios resaltaron su reflexión o conclusión respecto de una ausencia de necesidad y urgencia, dos de los requisitos necesarios para sancionar un decreto de tales características excepcionales.
Los radicales impugnan, entre otros tópicos, la “supuesta urgencia” para sancionar un decreto que ni siquiera presentó para su tratamiento en las sesiones extraordinarias a las cuales el mismo poder ejecutivo convocó
El segundo gran aspecto es el de algunas de las temáticas que están incorporadas al DNU, que están expresamente prohibidas por la constitución y que son entre otras cuestiones la electoral y la impositiva y la Justicia Penal y dada esta cuestión el gobierno -sin admitir públicamente su error- mandó estos temas a la ley Ómnibus que sí ingresó en período extraordinario.
En el mundo UCR, una cuestión muy distinta ocurre cuando se debate acerca de los contenidos y es ahí donde no hay no solo unanimidad, sino que el radicalismo en pleno entra a bucear en un mar de contradicciones sobre todo cuando se contrapone la postura de los gobernadores con algunos dirigentes
El primer muestreo de esas contradicciones se da en la propia corriente Evolución que conduce el senador nacional Martín Lousteau, quien por ejemplo está de acuerdo con aprobar algunas cuestiones del DNU si se presentan en modalidad de “ley espejo”, esto es el contenido del decreto bajo el formato de ley
Un escalón más abajo, aparecen casos como el del diputado nacional Martín Tetaz, quien dijo que estaría de acuerdo en un 90 por ciento con lo que propone el presidente en su decreto, mientras que su colega de bancada y comilitante en Evolución, Emiliano Yacobitti, se emparentó un poco más con la coherencia partidaria al atacar la normativa para evitar el recorte de presupuesto, por ejemplo, para las universidades. Esto suena lógico en él, dado que es vicepresidente de la UBA con fortísimos lazos con otras casas de estudios.
Es también en el frente territorial donde peor la pasa Lousteau, porque hay gobernadores radicales que están dispuestos a apoyar el DNU y, en ese sentido, hay voces que están muy de acuerdo justamente con avanzar en la aprobación.
Tal es el caso del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, quien afirmó que más allá de las cuestiones de la formalidad, él se muestra en plena coincidencia con los contenidos.
Como se recordará, Cornejo es uno de los líderes del Grupo Malbec y es lógico pensar que quienes se asocian a ese grupo piensen igual como es el caso de su coterráneo, el actual ministro de Defensa, Luis Petri.
Otros que son colegas y, por tanto, con peso propio, son el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y alguien que está justamente alineado con su mirada, que es el mandatario de Chaco, Leandro Zdero. Si fuera por ellos, los dos votarían con las dos manos al decreto si pudieran, dicen en muchos pasillos partidarios.
También es importante recalcar que los gobernadores mencionados tienen importantísima influencia sobre senadores nacionales que deben justamente participar del debate del DNU.
Allí las miradas se centran sobre el senador nacional por Chaco, Víctor Zimmerman, quien como aliado de Zdero, estaría apoyando el DNU manteniéndose en aquella mayoría silenciosa y sorpresiva de 39 legisladores que permitió a La Libertad Avanza votar a sus autoridades en la cámara Alta.
Zimmerman podría protagonizar una verdadera provocación allí a pasos del despacho de Martín Lousteau y generar así una corriente favorable al DNU ganando la simpatía de colegas en el bloque radical.
Si la votación resulta favorable a este decreto, menudo favor le debería Milei a los tres gobernadores mencionados.
Ante este panorama, aparece una mirada intermedia y es la la del gobernador Maximiliano Pullaro quien pese a no disimular su antikirchnerismo en el balotaje -y con eso sospechado haber votado Milei- se quejó de la decisión del gobierno nacional de incrementar impuestos y fue cuando dijo “yo pensé que un gobierno liberal bajaba impuestos y no que los subía” y fue en alusión a algunas medidas tributarias que adoptó el presidente con respecto al impuesto país y otros.
Con ese paisaje lleno de contradicciones debe lidiar el presidente del comité nacional en un tema más que urticante porque no logra uniformar una postura más allá de algún comunicado emitido por el comité nacional.
En consecuencia, será mucho el trabajo que debería hacer Martín Lousteau en procura de lograr alguna postura ya no excesivamente uniforme, sino más bien prolija y así trasladar lo que es un mar de contradicciones a lo que puede ser percibido por la opinión pública como una “oposición responsable”.
A ese rol viene apostando históricamente el radicalismo y Lousteau querrá agregarle a ello un “salto de calidad” con un toque de distinción propio de su estilo, pero la misión, si bien no es imposible, no resulta para nada fácil. (www.REALPOLITIK.com.ar)
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS