Provincia
Pajaritos, bravos muchachitos
Daniel Sbarra y el mito (o no) sobre las letras del Indio Solari para la banda Dulcemembriyo
En una entrevista abierta con la carrera de Comunicación de la UBA, el ex músico de Virus y Miguel Abuelo et Nada postuló su propia teoría acerca del posible aporte poético del cantante de Los Redondos a la pionera banda de rock platense.
En su biografía "Recuerdos que mienten un poco", el Indio Solari le había contado al escritor Marcelo Figueras que durante los años 70' participó como "una especie de asesor externo" de algunas bandas de La Plata en las que cantaba su amigo Luis María Canosa, fallecido luego en la denominada Masacre de Devoto de 1978.
Uno de los grupos que integró Canosa (rescatado por Solari en las canciones "Toxi taxi" de Los Redondos y "Pabellón Séptimo" de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado) fue Dulcemembriyo, de los primeros que generó la capital bonaerense casi en simultáneo a la salida del exitoso "La balsa", de Los Gatos (el disco salió a la venta en 1967, mismo año en el que Dulce debutó en vivo).
Por Dulcemembriyo también pasaron Federico Moura (quien entonces tocaba el bajo y, según recuerdan sus compañeros, estaba aún lejos de insinuarse como el cantante y frontman que deslumbraría una década más tarde con Virus) y Daniel Sbarra, socio creativo de Miguel Abuelo en el disco "Et nada" grabado en Francia y miembro de Virus en sus últimos dos álbumes, "Locura" y "Superficies de placer".
Semanas atrás, Sbarra participó de un ciclo sobre rock argentino realizado por la carrera de Comunicación de la UBA y fue consultado sobre esa historia que alcanzó ribetes de mito debido a que no quedaron registros sonoros de Dulcemembriyo, pese a que en su tiempo llegaron a grabar algunas canciones de las que no hay rastro alguno.
"Eso muchas veces me lo han contado y, al principio, mi respuesta era que no, que no tengo ningún recuerdo de eso", respondió inicialmente Daniel Sbarra, quien también desarrolló una larga carrera en el folclore junto a Raúl Carnota, entre otros exponentes del género. ·Si bien con Dulcemembriyo hacíamos fundamentalmente covers de temas en inglés, sobre el final compusimos algunas cosas con Federico. Él, por ejemplo, hizo una a partir de una frase que leyó en un libro y le había gustado mucho. Y, en mi caso, alguien, ya no recuerdo quién, me pasó una letra con mucha ambigüedad que, según él, hizo un amigo suyo para ponerle música".
"En efecto, yo le puse música a esa letra cuyo autor nunca conocí. Y entonces, después de haber dicho que no muchas veces a esa pregunta, ahora me puse a pensar si esa letra tal vez no era del Indio", refresca ahora Sbarra. "No conozco personalmente al Indio, nunca charlamos. Pero tengo pendiente contactarlo en algún momento para recitarle esas estrofas, a ver si les dicen algo. Porque era como un anónimo esa letra, o al menos un anónimo en mi recuerdo. Y ahí juego un poco con lo mismo que hace el Indio en el título de su libro, esos "recuerdos que mienten" o que, en todo caso, no lo sabemos", agrega.
En su autobiografía, el Indio Solari detalla más adelante que se reencontró con Federico Moura (ya cuando el primero estaba en Los Redondos y el segundo en Virus) en un boliche de Mar del Plata. Por su parte, el músico El Soldado (que entonces trabajaba como asistente de la troupe ricotera) también guarda en su memoria a Solari y Moura charlando en un lugar nocturno de la ciudad balnearia. Y si bien ni el Indio ni Soldado pueden estimar la fecha con precisión, es cierto que Los Redondos tocaron en la Ciudad Feliz el 7 y el 11 de enero de 1988 en Látex (una extinta sala en el Boulevard Marítimo Peralta Ramos, en diagonal al Torreón del Monje), mientras que Virus lo hizo el día 8 en el viejo Estadio Superdomo de Avenida Juan B. Justo. ¿Habrán hablado los dos cantantes de Dulcemembriyo aquella noche?
"En el caso de eso que cuenta el Indio, hay una etapa en donde Dulcemembriyo sigue ya sin mí, y creo que también sin Federico, no me acuerdo bien. Hicimos una gira por Bolivia y con esa plata me fui a Europa en barco un poco a curtir la onda londinense, aunque me quedé a vivir once años. Entonces, no sé, pero en esa etapa, que debe haber durado varios meses más, o algún año más, tal vez el Indio haya tenido mayor incidencia", redondea Daniel Sbarra antes de concluir: "La verdad, tendría que juntarme un día con él y que me cuente, porque entre los dos no podemos ayudar, jaja". (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS