Interior
Cobertura REALPOLITIK
Karabaj, inicio y fin de una larga disputa
Con la disolución de la Unión Soviética, a finales de la década de los 80, la tensión entre Armenia y Azerbaiyán para controlar la región conocida como Karabaj creció vertiginosamente.
A pesar de los reclamos de Armenia, la URSS reafirmó la pertenencia de Nagorno-Karabaj a Azerbaiyán y rechazó su anexión a Armenia, guiado por la disposición pertinente de la constitución soviética, según dictaba su artículo 78. En aquel entonces, este territorio era habitado tanto por azeríes como por armenios.
En ese marco, la “Primera Guerra del Alto Karabaj” tuvo lugar al sur del Cáucaso y enfrentó a las repúblicas de Azerbaiyán y Armenia. Inmediatamente, Armenia comenzó a poblar la región desplazando totalmente a la población originaria azerbaiyana.
El conflicto armado encontró un punto de inflexión entre 1991 y 1994, gracias a la intervención de la comunidad internacional. Para entonces, Armenia pasó a ocupar cerca del 20 por ciento del territorio de Azerbaiyán y más de un millón de azerbaiyanos se convirtieron en refugiados y desplazados internos. Así se autoproclamó la independentista República de Arsakh, que solo logró el apoyo de tres estados no reconocidos: Abjasia, Osetia del Sur y Transnistria.
Para encontrar una solución pacífica al conflicto, se creó el Grupo Minsk, integrado por Estados Unidos, Rusia y Francia.
En 1993, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó las resoluciones 822, 853 y 884 exigiendo “la retirada completa, inmediata e incondicional de las tropas armenias de los territorios ocupados de Azerbaiyán”.
Tras un largo impasse, en septiembre de 2020 se inició la “Segunda Guerra del Alto Karabaj” que duró exactamente 44 días. El 11 de octubre, en medio de una tregua y a dos semanas del inicio de las hostilidades, Armenia bombardeó la ciudad de Ganja, la segunda más importante de Azerbaiyán. A raíz del hecho, nueve civiles murieron y al menos treinta y cuatro resultaron heridos.
Una de las víctimas de estos bombardeos fue Bahtiyar Elnur, un niño de cinco años que resultó herido por la explosión y vivió para contarlo. La cobertura mediática dio a conocer la cara del pequeño que, ante las cámaras, dejó entrever una llamativa sonrisa que fue interpretada por los azeríes como una luz de esperanza.
Luego del alto el fuego firmado en noviembre del 2020, Azerbaiyán logró recuperar parte de las tierras que estuvieron bajo ocupación armenia durante casi treinta años.
A lo largo de la ocupación armenia, los territorios ocupados fueron saqueados y se plantaron cientos de miles de minas y artefactos explosivos, poniendo en peligro las vidas humanas y el medio ambiente de la región. Desde entonces, Azerbaiyán inició un lento y constante proceso de desminado y de reconstrucción de los territorios liberados, mientras avanza con la urbanización de las ciudades para permitir el regreso a estas tierras de sus antiguos dueños.
Sin embargo, la estabilidad de posguerra fue relativamente efímera. En 2021, la crisis fronteriza volvió a escena con escaramuzas de distinto tenor, hasta que en septiembre de 2023 Azerbaiyán lanzó una ofensiva militar antiterrorista para dar fin a la presencia militar armenia que todavía se refugiaba en Karabaj en forma ilegal. La iniciativa llevó a la rendición inmediata de las fuerzas de Arsakh restantes, poniendo fin tanto a la intenciones de independentistas como de armenios por igual.
Poco después, y como gesto final de un extenso conflicto bélico, el presidente Ilham Alíyev izó la bandera de Azerbaiyán en Jankendi, la ciudad más grande de Alto Karabaj. (www.REALPOLITIK.com.ar)
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
Santiago Sautel, Estados Unidos, Azerbaiyán, Armenia, Rusia, Ilham Alíyev, Francia, Arsakh, Bahtiyar Elnur¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS