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“Me arrepentí”. Apenas dos palabras bastaron para que Juan Pablo Carreira, conocido en redes como @jdoedoe101101, aceptara el sillón caliente que le dejó Iñaki Gutiérrez, pese a que siempre criticó a quienes ejercieron contratos del estado.
Durante las últimas horas, la incontinencia adolescente de Juan Pablo Carreira encontró un punto de quiebre tras su incorporación a un importante cargo ejecutivo dentro del gobierno nacional de Javier Milei.
Apenas meses atrás, había acusado a Patricia Bullrich de "terrorista de mierda", en alusión a los “viejos meados” que creían que la aspirante sacaría 40 puntos en las elecciones generales de octubre de 2023.
Tiempo atrás, allá por 2015, el tuitero había afirmado: “Si algún día llego a recibir un peso del estado, que me cuelguen de cabeza en el Congreso", aunque se arrepintió y ahora decidió aceptar un cargo que le permitirá tener despacho propio en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos. Sin dudas, nada mal para un “renegador serial” ahora converso al team de la casta política.
El historial tuitstar de Carreira ha dejado un tendal de autoreferencias que no hacen más que ridiculizarlo.
Por caso, en otra publicación afirmó: “Yo no trabajo en el estado, nunca trabajé en el estado no quiero trabajar en el estado”, en una llamativa frase que, ante la repetición obsesiva de la palabra “estado”, es digna de un psicoanálisis.
“Qué depresión me dan estas fotos de ñoquis kirchneristas en estas mini-oficinas blancas cuadradas que construyen para justificar las subsecretarías que inventan”, sostuvo oportunamente, para agregar en otro de sus tuits: “Hoy agregaron 7 mil empleados públicos al presupuesto General de la Nación porque claro, lo que necesitábamos eran más parásitos”.
Sin embargo, lejos de amilanarse, el derrotero de Carreira continuó.
“Para mí todo aquel que trabaje en un ministerio que no sea el de Defensa, Seguridad, Relaciones Internacionales o Justicia, es un parásito. No es nada personal”, escribió en una sentencia que pareciera tener mucho de déjà vu.
Entre su larga lista de tuits también se rescatan elogios al presidente Donald Trump por haber despedido de manera masiva a 1.500 empleados por mes, reclamándole a Mauricio Macri -socio político del gobierno- ser el cambio que se necesitaba. Alberto Fernández tampoco se salvó: fue apodado “gatero, corrupto, garca, extorsionador y, ante todo, terrible boludo”.
Durante los últimos días, el joven que no figura en el registro de graduados de la UBA -donde admite haber estudiado-, anunció con bombos y platillos a través de su cuenta de Twitter: “Tengo el honor de contarles que pronto voy a estar asumiendo como director General de Comunicación Digital de la Presidencia”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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