Recorte en hospitales públicos: “Es un delirio ideologista como el de todo este gobierno”

La crisis en el sistema de salud sumó un nuevo capítulo con el decreto por el que la Superintendencia de Servicios de Salud deja de ser la intermediaria entre hospitales públicos y obras sociales en lo vinculado a prestaciones. Al respecto, el secretario General de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA), Jorge Yabkowski, se refirió a esta decisión: “Esto significa que el estado deja de garantizar el cobro de las prestaciones, lo que va a significar una caída en el presupuesto de 1.200 hospitales y la disminución del salario de los trabajadores”.

“Es una filosofía loca donde el estado no se tiene que meter en nada, un delirio ideologista como el de todo este gobierno, que va a impactar negativamente en el sistema público de salud”, agregó. De este modo, profundizó: “No implica solo un desfinanciamiento, sumado a la disminución de la coparticipación y el congelamiento de presupuestos, sino que además hay un aumento de la demanda porque la gente se cae de las prepagas o la obra social no cubre alguna de las prestaciones”.

“Los que más se van a ver perjudicados son los ambulancieros, los administrativos, los enfermeros de baja calificación, todo aquel que tiene el salario más bajo en el sistema público; es un impacto negativo por donde lo veas”, amplió. En cuanto al diálogo con el gobierno, indicó: “Enviamos el pedido formal de entrevista, armamos un expediente con temario el 12 de diciembre, pero el ministro de Salud (Mario Russo) nos contestó que no tiene tiempo para recibirnos; es una actitud despreciativa, que representa la clase de gobierno que tenemos”.

Finalmente, Yabkowski opinó sobre la intención del ejecutivo de establecer la libre elección de obras sociales o prepagas por parte de la ciudadanía: “El primero en aplicarlo fue la dictadura militar de Videla (Jorge) y no dio resultados; el decreto actual establece eliminar la intermediación con los sindicatos y dispone la posibilidad de afiliación directa. Pero, por ejemplo, con un salario de 800 mil pesos, donde se descuentan hasta 60 mil pesos de obra social y aporte patronal, no alcanza porque la prepaga más modesta está cobrando 200 mil pesos, entonces hay que preguntarse quién pagaría esa diferencia”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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