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Juan De Tomasso pidió el cambio en la primera jugada, mientras que dos horas más tarde el árbitro dio por finalizado el partido segundos antes del tiempo reglamentario por falta de pelotas.
El sábado por la tarde-noche se disputó en el sur del conurbano bonaerense un partido clave de la Primera Nacional, ya que Brown recibió en Adrogué a Defensores de Belgrano, puntero de la zona B y elenco con mejor performance jugadas las cinco primeras fechas del campeonato 2014.
El Dragón resolvió el pleito con total comodidad: ganó 3 a 0 con amplia superioridad y sin sobresaltos, mostrando credenciales suficientes como para que sus hinchas se ilusionen, incluso cuando el torneo es largo y demanda distintas instancias para repartir los apenas dos ascensos entre cuarenta y ocho equipos.
Sin embargo la noticia no se la llevó el gol olímpico de Claudio Salto, la actuación de Ezequiel Aguirre o el blindaje de Ignacio Pietrobono, quien completó cinco partidos sin recibir tantos. Tampoco el planteo de Carlos Mayor, una propuesta de arranque intensa y su posterior equilibrio con el buen uso de sus suplentes.
Esta vez, el detalle del partido lo aportó una situación curiosa no bien se echó a rodar el balón: Defe sacó del medio y tiró la pelota fuera de la cancha para detener el juego. El volante redescubierto zaguero Juan De Tomaso se echa al piso y pidió el cambio. Luego se supo que el jugador cargaba una molestia y fue infiltrado, recurso que no dio resultado. "Carlos: ojo, que no puede ni pisar", se escucha por el micrófono de la zona de los bancos cuando comienza el partido: un ayudante de Mayor se lo estaba advirtiendo al DT.
De Tomasso fue reemplazado por Leandro Martínez Montagnoli al minuto de juego y el partido siguió su curso. Defe se adelantó en el marcador rondando la media hora gracias a un tiro de esquina de Claudio Salto que terminó en el fondo de la red con ayuda del defensores de Brown Nicolás Arrechea, quien terminó adentro del arco por la inercia de una comba que se cerró acelerada.
Para ese entonces el Dragón dominaba las acciones sin problemas, por lo que el resultado honraba el trámite del partido. Para el comienzo del segundo tiempo, el histórico Pablo Vicó movió el banco en búsqueda de neutralizar el dominio del Dragón, aunque la esperanza se diluyó cuatro minutos después, cuando Salto estiró la diferencia.
Lo que restó fue solo un compromiso para ambos: Brown intentó arrimarse algunas veces, incluso con una chilena de Brandon López que se estrelló en el travesaño, aunque Defensores manejó el ritmo moviendo el banco y hasta llegó a redondear la goleada a los 40 minutos del complemento con un gol del Topo Aguirre de penal.
La diferencia de ánimos entre ambos equipos que fue tal que desde la transmisión televisiva se indicó que, una vez cumplido el tiempo reglamentario, no se agregaría descuento. Una especie de trato colectivo para darlo por terminado. No es la primera vez en el torneo que Defe baja la espada ante un rival extenuado: quince días atrás, Carlos Mayor hizo uso de los cinco cambios para relajar en Morón a un equipo que a los cinco minutos del segundo tiempo estaba ganando 4 a 0.
Así las cosas, sucedió que a los 44 minutos Defensores debía sacar de su propio arco pero Pietrobono jamás encontró un balón en Adrogué: ni siquiera tenían los alcanzapelotas. Por lo que antes de que el reloj marcara los 45 reglamentarios, el árbitro árbitro Javier Del Barba decidió, sin más, pitar el final.
Los dos eventos marcaron las extrañas curiosidades de un partido que, tan solo por su juego, de todos modos hubiese quedado como el más rutilante de los dieciséis disputados al momento: fue la única goleada de la fecha y, además, la postrera consolidación de Defensores como líder de su zona, la B, acechada por colosos del interior como Colón de Santa Fe, Gimnasia y Tiro de Salta, Aldosivi de Mar del Plata y Mitre de Santiago del Estero. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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