CABA
Otro golpe al bolsillo
Ganancias y la deshumanización de la política
Una de las características más originales de este gobierno es la absoluta falta de empatía con la sociedad que lo instituyó.
El concepto más adecuado para definirlo es el de “deshumanización”. No tiene en cuenta los sufrimientos y miserias a los que expone a la mayoría de la sociedad, sólo le importan los resultados en un Excel, aunque para lograrlos deba instalar la paz de los cementerios y convertir a la Argentina en una gigantesca villa miseria.
A través de sus decisiones queda en claro quiénes son sus mandantes y beneficiarios, ante los cuales se muestra sumiso y obediente. El FMI exigió un acuerdo y controlar la situación de los jubilados y la posibilidad de estallido social, y ahí propuso el Pacto de Mayo. Una curiosa manera de entender la negociación, ya que sólo planteó la imposición y la rendición absoluta a los gobernadores a cambio de tirarles unas cuantas monedas.
Este miércoles las autoridades nacionales visitaron Expoagro, la principal feria de intereses corporativos agrícolas de la Argentina. Lejos de proponer una distribución de los sacrificios entre los distintos actores sociales, Javier Milei y sus cómplices evitaron hacer alguna referencia a la posibilidad de incrementar retenciones. Ni se les cruza. La sangre y el hambre sólo pueden exigírseles a los más débiles, a los desorganizados, a los que no tienen conducción alguna que los represente.
En cambio, el ministro del Interior, Guillermo Francos, salió a confirmar por la mañana que la manera de empezar a “solucionar los problemas fiscales” de los gobernadores que imagina el gobierno no es otra que la restitución del impuesto a la cuarta categoría de Ganancias, cuya quita benefició en su momento a más de 800 mil contribuyentes.
“Es un pedido de los gobernadores, que los ayudemos a solucionar sus problemas fiscales. En ese sentido, nosotros vamos a plantear la puesta en vigencia del impuesto a los ingresos”, anunció Francos sin ponerse colorado. ¿Quiénes sino aquellos que experimentan un irreversible proceso de deshumanización son capaces de exigir nuevos sacrificios a quienes ya han sido sacrificados?.
En el mes de septiembre del año pasado el ex ministro de Economía, Sergio Massa, había eliminado la cuarta categoría de Ganancias, lo que eximía del pago del tributo a más de 800 mil contribuyentes. La ley sancionada por el Congreso, y que votó positivamente Javier Milei, elevaba el piso del mínimo no imponible para trabajadores y jubilados que perciban quince salarios mínimos vitales y móviles (SMVM), el cual asciende en la actualidad a 202.800 pesos.
Una vez más, Francos volvió a tratar de ganar tiempo, refiriéndose a la importancia del Pacto de Mayo, que se concretaría dentro de casi tres meses. Para entonces, y a la luz de las políticas de empobrecimiento y exclusión social que fogonea el gobierno, la situación social de la Argentina alcanzará niveles aún mucho más catastróficos que los actuales.
“El Pacto de Mayo es un objetivo de mucha más trascendencia que todo lo que tengamos en el medio. Creo que en ese camino los gobernadores y el gobierno nacional se van a poner de acuerdo en solucionar los problemas que tienen las provincias y la nación”, insistió Francos.
El objetivo es claro: destruir a lo que queda de la clase media, hundir al conjunto de la sociedad en la pobreza, la indigencia y la precariedad, y generar fabulosos negocios para unos pocos, sobre la base de una economía primarizada que genere divisas a través de la exportación de productos agrícolas, energía y minerales. Para ocultar estos procesos, el cierre de Telam resulta un elemento clave. Silenciados, excluidos y pauperizados a nombre de una pretendida libertad, la Argentina marcha a pasos agigantados hacia la fragmentación territorial y la disolución. Bien lejos de aquella definición de Raúl Alfonsín de que con la democracia “Se come, se cura y se educa”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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