Nacionales
Ensenada
Le niegan medicación a un paciente diabético sin obra social en el hospital Horacio Cestino
Luego de ser atendido en la guardia, donde se comprobó que su glucosa en sangre estaba por encima de los 300 mg/dl, la médica actuante le recetó medicación para su enfermedad, aunque en el dispensario público se negaron a dársela.
Santiago Blas llegó el pasado 20 de febrero al hospital Horacio Cestino, de la ciudad de Ensenada, luego de que su hijo fuera víctima de un accidente de tránsito. La preocupación en torno a la espera del parte médico, llevaron a que su presión arterial y los números de su diabetes le provocaran una descompensación.
En ese marco, fue atendido en el mismo nosocomio, donde se comprobó que padecía de alta presión, con 19 de mínima y 11 de máxima, y altos niveles de glucosa fruto de su diabetes: por encima de los 300, según le indicaron. De inmediato fue medicado para reducir la presión arterial y le recetaron un remedio para regular su glucosa en sangre.
Sin obra social, dado que se quedó sin trabajo hace algunos meses, Santiago Blas consiguió que un conocido le facilitara algunas pastillas para su diabetes, hasta tanto se recuperara.
Pasados los días, al acompañar a su hijo a un control médico, decidió acercarse al dispensario para que recibir la medicación que necesitaba y a la que no podía acceder dado los altos costos. Aunque en el hospital que dirige Antonio Desmond McCarthy se negaron a entregársela. El paciente de 62 años mostró que la orden había sido emitida por esa misma entidad, pero aun así persistieron en su postura.
En rojo, Antonio Desmond McCarthy.
Desde el hospital le reclamaban que debía atenderse con la especialista en diabetes alrededor de una semana después. Sin negarse, aceptó la indicación, mientras consultó: “¿Qué hago si la diabetes me sube a 500?”. Le respuesta lo dejó atónito: “Seguramente se va a tener que atender en algún lado”, sostuvo Desmond McCarthy.
Angustiado, le pidió a la responsable de la farmacia que escribiese en la misma orden que se había negado a entregarle la medicación. Aunque ésta, sin mediar palabra, escribió de puño y letra que no contaban con la misma, para luego desdecirse también por escrito y sostener que faltaba indicación del médico, sin importar que delante de sus ojos tenía una receta firmada y sellada por un profesional del lugar. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS