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El proceso de renovación de autoridades del PRO en Santa Fe ha generado un duro debate interno. En tanto la vicegobernadora, Gisela Scaglia, insiste en realizar los comicios, varios legisladores y referentes partidarios sostienen la tesis inversa, ya que temen que se produzca una ínfima participación en las urnas que no superaría los 500 votantes.
Scaglia cree que está en condiciones de derrotar al actual presidente provincial del PRO, Cristian Cunha, quien responde al liderazgo de Federico Angelini. Ambos sectores vienen confrontando desde hace años y la vicegobernadora cree que la oportunidad de imponerse en la interna es ahora, cuando cuenta con recursos de la gestión. A la inversa, tanto desde el sector de Angelini como del de Gabriel Chumpitaz, el tercero en la puja, alertan sobre la posibilidad cierta de que la participación en el comicio ponga en ridículo al partido, ya que estiman que sólo se podría movilizar, entre los tres aspirantes, entre 500 y 700 afiliados.
A las dudas sobre la asistencia a la jornada electoral se suman las sospechas del sector de Scaglia respecto de la composición del padrón partidario, que sospechan está manipulado por el de Angelini, a punto tal que presentaron una denuncia judicial que fue convalidada por la Justicia Electoral, que ordenó posponer la elección.
"Si vamos a elecciones y votan 500 tipos, es un escándalo", aceptó un dirigente del sector de Angelini. Con otros argumentos, Chumpitaz –quien armó un espacio con legisladores nacionales- llega a una conclusión similar: "Me parece desopilante ir a una interna, tenemos que estar enfocados y preocupados por los problemas que tienen los rosarinos y los santafesinos, no es momento de una interna partidaria". De hecho, el sector de Angelini propuso negociar un acuerdo que contemple la representación de los tres sectores.
El gran temor del PRO santafesino –una organización que nació casi simultáneamente con la de la CABA- es que la votación confirme lo ya demostrado por en los comicios generales del año pasado: la migración masiva de afiliados y simpatizantes a LLA. En aquella oportunidad, tanto Rodríguez Larreta, como luego Patricia Bullrich, fueron literalmente barridos por la lista de Javier Milei.
A nivel nacional, es el mismo dilema que enfrenta el PRO en todas partes. La presentación en soledad de la candidatura para la presidencia partidaria nacional de Mauricio Macri permitió evitar un papelón similar. Ahora tanto el sector de Angelini como el de Chumpitaz esperan que el ex presidente consiga imponer una solución de consenso para evitar el ridículo. Pero, con internas o sin ellas, la crisis del PRO resulta indisimulable, y pocos confían que pueda revertirse, al menos en lo inmediato. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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