La Renga y una noche inédita bajo un frío polar

La Renga inició la gira "Totalmente poseídos" (en honor a la road movie que publicaron en marzo) con dos shows en el Estadio Único de La Plata. El primero fue el sábado 4 de mayo con un lleno total en el marco del innovador formato plateado con un escenario en el medio de la cancha de fútbol y una estructura visual digna de espectáculos en el Madison Square Garden.

El segundo concierto, sin embargo, registró una merma en la concurrencia, motivo por el cual se cerraron las dos tribunas populares ubicadas detrás de cada uno de los arcos del estadio. Sin embargo eso no impidió que la banda pusiera toda la carne en el asador para cerrar esta saga en el aforo de la capital de la provincia de Buenos Aires.

"Somos los que somos y estamos los que estamos", reconoció Chizzo Nápoli, quien calificó a este show como "algo más íntimo", a pesar de que de todos modos la concurrencia se cifró en unos 30 mil espectadores, cantidad que ningún otro artista del rock argentino es capaz de convocar.

La noche, además, aportó otro obstáculo: el notable bajón de temperatura que llegó a acercarse a los cero grados de sensación térmica. En contraposición, el calor lo aportó la gente y también la banda, que entregó el mismo espectáculo que el sábado anterior, aunque esta vez con un agregado inédito: la locuacidad poco frecuente del cantante y guitarrista.

Pasadas las 22 horas, el grupo salió a escena montado en un triciclo que desembarcó sobre las tablas tras recorrer una pasarela lateral. Inmediatamente después sonó "Buena ruta, hermano", una de las tres canciones que La Renga compuso especialmente para la película que dio origen a esta gira. Y luego fue el turno de "Buena pipa", uno de los repasos de "Alejado de la red", último disco del grupo formado en el barrio de Mataderos.

Después, claro, empezaron a sonar distintos clásicos como "Tripa y corazón", "A tu lado", "A la carga mi rocanrol", "El twist del pibe" y "Motoralmaisangre". En éste último ocasionó acaso la gran sorpresa de la noche: Chizzo explicó el origen de la canción, dedicado a la Abuela Nelly, motera que la banda conoció en uno de los tantos encuentros de fanáticos de las dos ruedas a los que habitualmente asisten.

En lo sucesivo, el cantante fue animándose a profundizar esa impronta de hablar entre tema y tema, generalmente para comentar las inspiraciones de las distintas letras, tal como sucedió también con "El viento que todo empuja", "Ruta 40" y el estrenado "La banquina de algún lado". 

Además, Chizzo destacó la epopeya de llevar adelante semejante puesta. "Estamos mareados de tanto dar vuelta por el escenario; una cosa es hacerlo cuando tenés 30 años, pero ahora ya estamos cerca de los 60", bromeó. "Pero esto nos permite que podamos estar más cerca de ustedes". En otra ocasión también pidió aplausos para los hermanos Tete y Tanque Iglesias, compañeros de ruta desde hace más de 35 años.

Sobre el final (y después de una pausa que sirvió para que escenas de la película fueran proyectados en las pantallas) subieron los dos invitados de la noche. Por un lado, Nacho Smilari, guitarrista de históricas bandas del rock argentino como La Barra de Chocolate y Vox Dei, quien suele participar habitualmente de shows de la Renga. Y, por el otro, Alejandro Medina, bajista de Manal, quien contribuyó a homenajear al recientemente fallecido Javier Martínez con una interpretación de "Doña Laura", canción que Chizzo había cantado alguna vez junto al emblemático trío pionero del blues local. Junto a Medina también habían hecho "La maldita máquina de matar" y "Salgan al sol", ambos de La Pesada del Rock and Roll.

Como es habitual, La Renga cerró con "La razón que te demora" y "Hablando de la libertad", corolario de un concierto que duró casi tres horas y media y acabó ya en la madrugada del domingo. La banda retomará la gira el 22 de junio en el Estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba antes de viajar a Europa, donde están previstos tres shows en España e Italia. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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