Actos con consecuencia

Con sus intervenciones y las de sus funcionarios ya se ha enemistado con Brasil –primer socio comercial de la Argentina-, China –el segundo-, España –el tercer inversor externo-, México, Colombia y Chile. Por si fuera poco, sus acciones y decisiones nos alejaron de la órbita de los BRICS, ahora España exige sanciones de la Unión Europea, y en América Latina se ha convertido en un personaje de burlesque, tal como lo dejó en claro tácitamente el presidente uruguayo Lacalle Pou unas semanas atrás. Si Milei fuera un panelista de TV sus despropósitos pasarían casi desapercibidos, pero en su condición de presidente afectan –y mucho- a la Argentina.

Días atrás, cuando se multiplicaron los cuestionamientos sobre los reiterados viajes personales de Milei financiados con fondos públicos, la Casa Rosada le armó una reunión de apuro con importantes empresas españolas para justificar su relevancia pública. Pero todo eso, gracias a los improperios de Milei, terminó en un fracaso. Dichas empresas, para evitar roces con el presidente español Pedro Sánchez y muy molestas con la conducta del mandatario argentino, enviaron a segundas y terceras líneas al encuentro, con excepción del Grupo Santander, representado por su CEO.

"Al final, se llenó de cuatro de copas. No estuvieron ni Ana Botín, Álvarez Pallete, Amancio Ortega o Florentino Pérez. Los verdaderos dueños de la España empresarial", indica una fuente que participó del evento. "Con la excepción del CEO de Santander son todos de segunda línea. Nadie quiso mandar CEO/presidente para no enfadar a Sánchez", completó.

Si bien las empresas españolas tienen una relación con vaivenes con su gobierno, ante todo son muy cuidadosas por la educación y el interés nacional, dos ítems que a Milei parecen tenerlo sin cuidado. Sánchez, en su discurso en Barcelona, se refirió al mandatario argentino con una síntesis magistral: Milei es "el líder de la Internacional Ultraderechista que odia todo lo que representamos como sociedad".

Entre los empresarios españoles existe mucha preocupación por sus sucursales en la Argentina, ante el riesgo cierto de que la economía argentina colapse de seguir adelante la actual orientación que le imprime el gobierno de Milei. Sólo se entusiasma con la eventual aprobación de la ley RIGI, que abriría las puertas para el saqueo definitivo de nuestro país. 

Así las cosas, Milei ha conseguido romper relaciones, o complicarlas muy gravemente, con nuestros principales socios comerciales, para demostrar su sumisión a los EE.UU., Gran Bretaña y el estado de Israel. El problema es que lo hizo sin conseguir nada a cambio, por lo que la situación internacional de la Argentina es la peor desde el retorno de la democracia. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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