Show, dólar, represión y después

El stand up destinado a burlarse de los economistas liberales, días atrás, por sus llamados de atención sobre el atraso cambiario, que Milei insiste en negar, se convirtió en un boomerang ante la corrida financiera que provocó en tándem con el ministro Caputo al bajar las tasas de interés a niveles irrisorios. Hoy la divisa norteamericana cotizaba a 1280 pesos en el blue, con alzas similares en el resto de las cotizaciones alternativas. La devaluación que no quieren llevar adelante la está imponiendo el mercado y no tiene techo previsible. ¿Cuál será su impacto sobre la inflación en los meses futuros? ¿Cómo incidirá ese rebote en los bolsillos de los argentinos y en la gobernanza?

Si el mes de mayo diera 6 por ciento de inflación ya se habría comido la devaluación del peso que impuso este gobierno ni bien asumió. Es imposible sostener una actualización del dólar oficial del 2 por ciento mensual contra los indicadores inflacionarios. Como siempre, el gobierno sembró tormentas para cosechar tempestades: la nueva baja de la tasa de interés y la inmovilidad del dólar oficial provocaron la corrida. Por si fuera poco, el campo no liquida a esta cotización y el país se va incendiando de a poco. Desde la asunción de Milei se cerraron 250 mil cuentas sueldo de los bancos: el desempleo, sumado a la depresión económica que provocó esta gestión, avanzan sin contención alguna.

Milei parece no registrar el daño que le infringe cotidianamente a la sociedad argentina. Cuando se le consultó sobre las vías de solución del conflicto en Misiones, sólo apuntó a la represión, afirmando que Bullrich y la gendarmería se ocuparían del tema. ¿Gendarmes disparando sobre policías armados, docentes y empleados públicos? ¿Quiere acallar el hambre y la miseria que generó metiéndole papas fritas a la sociedad en la boca mientras la insulta?

Este lunes los diputados –a excepción de los del Pro y de LLA- comenzaron a avanzar sobre el tema del financiamiento universitario y la reinstalación del FONIP. Visiblemente enojado, Milei afirmó: “Voy a vetar los proyectos que nos rompan el equilibrio fiscal, me importa tres carajos”. Una vez más dejó en claro cuánto le importamos los argentinos.

El reciente informe de la UCA es demoledor: para marzo de este año ya teníamos índices de pobreza e indigencia superiores a los de la crisis de 2001, pero ahora se ha destruido la red de contención: el gobierno se desentiende de los comedores con absurdos argumentos sobre la corrupción de algunos intermediarios. Que hayan existido algunos casos no justifica el cierre total de la asistencia alimentaria. La ministra Petovello ha sido denunciada judicialmente por este tema, pero la resolución en el foro no resolverá la emergencia actual.

Misiones, Corrientes, los socios comerciales de Argentina, las pymes, la educación, la salud, el comercio, los despedidos y suspendidos públicos y privados, y los jubilados y pensionados encabezan una lista interminable de víctimas de la actual gestión, que gobierna por decreto, como un orden autoritario, y no consigue hacer aprobar una sola ley en el ámbito parlamentario y ya ha debido suspender el denominado Pacto de Mayo. Irá a Córdoba, sin gobernadores ni legisladores: ¿Será un pacto entre Javier y Karina?

Para colmo de males, ya quedó demostrado que el mentado superávit no existe, sino que se limita a la procrastinación de pagos. La deuda en las importaciones, por ejemplo, es igual al total de divisas que el gobierno dice haber adquirido. Sólo maquillaje.

En este contexto, Milei pretende tener su noche de celebración en el Luna Park, con show incluido. ¡Cuídese, señor presidente! Los pueblos tienen paciencia hasta que la agotan, sobre todo si sienten que se están burlando de sus sufrimientos. Cuando no hay nada más para perder, la represión se vuelve estéril. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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