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25 de mayo de 2024 | Nacionales

En medio de la causa por abuso

Fernando Espinoza, un jarrón chino en la interna entre La Cámpora y Kicillof

La interna en la provincia de Buenos Aires entre La Cámpora y Axel Kicillof aumenta su temperatura cada día. El gobernador no la buscó, pero las aspiraciones de sucesión dinástica de Máximo Kirchner constantemente lo llevan a utilizar su capacidad de fuego para tratar de deteriorarlo.

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Muy preocupado por las encuestas que muestran un incremento del descrédito del “hijo de dos presidentes” y de su agrupación -La Cámpora-, Máximo Kirchner no cesa de hacerle el juego al gobierno de Javier Milei

Los objetivos del gobierno nacional y de Máximo son los mismos: pegarle a Axel Kicillof por debajo de la línea de flotación. En ambos casos lo han elegido como antagonista y lo obligan a salir a dar combates no deseados, más allá del procupante estado en el que mantiene a la provincia de Buenos Aires en términos financieros y, específicamente, en lo que respecta a las áreas de Salud y Educación.

No hay que caer en la ingenuidad de suponer que sólo se trata de una coincidencia la ofensiva del gobierno y de La Cámpora contra Kicillof. De hecho, de los poco más de 4 mil funcionarios designados por la actual administración nacional, un 40 por ciento continúa ejerciendo los cargos que desempeñaban durante la gestión de Alberto Fernández y, en su mayoría, revisten en la agrupación de Máximo.

Los guiños que éste le envía a Javier Milei en sus últimas apariciones públicas, reconociéndolo como “auténtico”, no son sino la contracara de la pasividad del oficialismo nacional frente a las causas judiciales de Cristina Fernández de Kirchner y sus familiares. Si bien el presidente de tanto en tanto hace alguna alusión crítica al kirchnerismo sólo es de manera general, omitiendo nombres propios. Muy diferente a la descalificación que constantemente le destina al radicalismo.

En medio de este juego de pinzas que se cierne sobre Kicillof, en estos días se reflotó la causa por abuso sexual contra el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. No es un dato nuevo, sino que había aparecido durante la definición de candidaturas del año pasado. Esto no significa, por supuesto, dejar de repudiar las conductas de Espinoza, ya que episodios de esta clase se habrían repetido durante años, aunque sin derivaciones judiciales.  

Llamativamente, en medio del ataque conjunto del gobierno nacional y de La Cámpora sobre Kicillof, el affaire Espinoza es repuesto en la mira pública. Se trata de un jarrón chino para el gobernador, ya que no puede mirar hacia otro lado sin pagar un alto costo político, ni tampoco salir a liquidar al intendente sin afectar sus intereses políticos. 

Por si fuera poco para el gobernador, los medios que blindan al gobierno actual rápidamente armaron el escenario para que La Cámpora saliera a atacarlo de manera transitiva, explicitando su condena  al proceder el intendente. “Denuncia por abuso sexual: La Cámpora y Kicillof se olvidan de la interna para cerrar filas para apoyar a Espinoza”, tituló Clarín, dando pie para que el Frente de Mujeres e Igualdad de Género de la agrupación de Máximo saliera a postear: “No encubrimos denuncias de abuso sexual”, argumentando que es la misma posición que siempre adoptaron y reclamando, además, que el poder judicial “incorpore la perspectiva de género en sus decisiones”. Los fundamentos resultan insostenibles, ya que, en el pasado, tanto La Cámpora como la mayoría de los partidos y agrupaciones políticas optaron por el silencio o el encubrimiento de innumerables casos similares, muchos de ellos en sus filas.

No sólo fue La Cámpora la que salió con los tapones de punta contra Espinoza, sino también el colectivo Actrices Argentinas, con sólidas terminales con Máximo y Cristina, que sumó a su condena una presión sobre la jueza actuante para separar al intendente de su cargo. “Nos preguntamos si un hombre procesado por abuso sexual va a seguir ocupando el cargo de intendente del municipio más grande de la PBA”.

Pero las actrices cristinistas no se quedan allí, sino que además lanzaron un misil contra el gobernador: “Instamos a la ministra de Géneros de la PBA, Estela Díaz, y al gobernador Axel Kicillof a romper el silencio que avala este tipo de delitos. Pedimos justicia para la denunciante de Fernando Espinoza”. Nunca fue más burdo el juego partidario de este colectivo.

La operación planificada a la perfección por la troika entre el gobierno nacional, La Cámpora y los medios oficialistas pone así en jaque a Kicillof. Los antecedentes de quienes han aprovechado la celada difícilmente puedan asociarse con una defensa de los derechos de género: la descalificación de las mujeres y de la comunidad LGBT por parte del presidente y su séquito no necesita demostrarse, ni tampoco la de esos medios o la de La Cámpora, que durante muchísimo tiempo y mientras pudieron blindaron a sujetos como el ex senador bonaerense Jorge Romero, Nicolás Roó y Gustavo Matias, entre otros muchos casos que se conocieron en sus filas. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


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