Nacionales
Prioridades invertidas
Con la provincia en llamas, el IPS gastará casi 15 millones en cocheras para sus funcionarios
El gobernador Axel Kicillof quedó último en las encuestas que miden la aceptación de todos los gobernadores del país. La crisis financiera y el rechazo masivo a la reforma educativa, entre las razones. En este escenario, el foco se puso en la comodidad de las autoridades.
La gestión del gobernador Axel Kicillof atraviesa su peor situación desde sus inicios, allá por 2019. Las encuestas lo ubican entre los dirigentes menos aceptados por la sociedad, la oposición y el arco docente lo critican duramente por su reforma educativa y la crisis financiera lo puso contra las cuerdas frente a los empleados estatales, quienes, hasta hace no mucho, constituían su base electoral.
A pesar de la precaria situación política en la que se encuentra, pareciera resuelto a continuar tomando decisiones controvertidas, que lo ubican una y otra vez en el centro de la polémica. Esta vez, días después de volver a quejarse de la frágil situación económica que atraviesa su gestión, aprobó el pago de casi 15 millones de pesos en cocheras para la comodidad de sus funcionarios en el IPS que comanda Marina Moretti.
En efecto, se publicó recientemente el procedimiento abreviado Nro. 48/2024 a cargo del Instituto de Previsión Social de la provincia de Buenos Aires, que propone el alquiler mensual de veintisiete cocheras. Las mismas serán utilizadas por funcionarios y directivos del organismo durante doce meses. Serán cubiertas para mayor comodidad y podrán utilizarlas entre las 8.00 y las 18.00. En la aventura, la gestión de Kicillof se propone a gastar unos 14.580.000 pesos, a un ratio de más de un millón de pesos mensuales.
Mientras esto ocurre, los números continúan trayendo malas noticias al despacho del gobernador bonaerense. Un estudio de la consultora CB demostró que las estrategias de Kicillof para aprovechar los errores no forzados del presidente Javier Milei no estarían funcionando. En efecto, el resultado del sondeo lo ubicó como el gobernador con peor imagen positiva del país, con un 40.3 por ciento.
Parte de este golpe en las encuestas se debe al rechazo generalizado que cosechó su reforma educativa, que elimina la repitencia y deja a los alumnos a merced de una educación que continúa descendiendo en la performance año a año.
A este ritmo, el gobernador se acerca a la mitad de su segundo mandato con un escueto margen de maniobra. La crisis financiera y el pago del aguinaldo implican un nuevo desafío para una gestión que comienza a hacer agua por babor y estribor. Mientras tanto, la prioridad pareciera recaer en las cocheras. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS