Municipales
Doble estándar
Tras bajar la paritaria de los estatales, Kicillof viajó en primera a Roma
El gobernador puso en duda la continuidad de las paritarias y condenó a los trabajadores estatales a correr por detrás a la inflación. Minutos después, pagó pasajes que superan los 10 mil dólares por persona para ir a sacarse una foto con el Papa Francisco.
Días atrás, los trabajadores estatales reunidos en la Federación de Gremios y Particulares de la provincia de Buenos Aires (FEGPPBA) le exigieron a la provincia que adelante el pago de la primera cuota del aguinaldo. De acuerdo al documento elevado por el gremio, “la delicada situación económica” empujó al pedido excepcional.
Tanto desde el ministerio de Trabajo bonaerense como desde el propio despacho del gobernador Axel Kicillof se comprometieron a “llamar a una reunión”, con el objetivo de redefinir un nuevo incremento salarial. Sin embargo, advirtieron que “será difícil llegar a un acuerdo, porque la provincia atraviesa serios inconvenientes económicos”.
Pronto, desde las oficinas de calle 6 en la ciudad de La Plata, el círculo rojo del gobernador Kicillof se abrigó a una estrategia que se saben de memoria: culpar al gobierno de Javier Milei de todos sus males. “Ya no nos sirve esa excusa. La vienen esgrimiendo desde diciembre del año pasado. Ya tendrían que haber pensado en alguna solución”, aseguraron desde el sector gremial, cuya relación con Kicillof se tensa cada día más.
Las últimas novedades del gobernador, ciertamente, no ayudaron en la relación. Es que minutos después de que su equipo de trabajo confirme que “es muy probable” que las paritarias de los estatales bonaerenses cierren el 2024 a la baja por falta de dinero, Kicillof se subió a un avión para ir de visita a Roma.
Con el objetivo casi cholulesco de sacarse una foto con el Papa Francisco en medio del debate por la ley Bases, el gobernador no tuvo mejor idea que viajar junto a su equipo en primera. Lejos de la clase turista, donde se esperaba que viaje el mandatario de una provincia financieramente quebrada, Kicillof pareciera demostrar una vez más que la carencia no aplica a la clase política. El tema se agrava aún más al considerar que el gobierno bonaerense decidió no rendir detalles de la excursión, ni la magnitud de la comitiva que se trasladó al viejo continente ni el hotel en el que se alojaron.
En la apertura de su discurso sobre economía y finanzas, Javier Milei tildó a Kicillof de “enano comunista” y aseguró que está fundiendo al histórico Banco Provincia. “El enano comunista genera déficit fiscal, por lo que tiene recontra exigido al Banco Provincia tomándole financiamiento”, aseguró. Insólitamente, lejos de intentar corregir el violento comentario del primer mandatario, desde el espacio de Kicillof sólo atinaron a asegurar que el presidente mide lo mismo que el gobernador. El debate, ciertamente, no gozó de altura política.
Durante su vuelo a Roma, Kicillof fue filmado por otros pasajeros que se sorprendieron por la presencia del gobernador en el espacio reservado a los asientos en primera. “El costo de un ticket en primera es casi cuatro veces más caro que uno normal. Uno pensaría que un tipo que dice estar quebrado viajaría en comercial o simplemente no viajaría”, aseguró uno de los pasajeros en sus redes sociales, al tiempo que fotografiaba la escena.
En promedio, cada pasaje aéreo a Roma cuesta unos 20 mil dólares en primera. Por ejemplo, la empresa Lufthansa ofrece una opción de 10.254.110 pesos por pasajero, más otros 10 millones que se deberán pagar en concepto de impuestos, tasas y cargos. En total, son unos 41 millones de pesos.
La decisión del gobernador Kicillof de viajar en primera dejó al descubierto una de las grietas más grandes de las que lo separan del resto de los bonaerenses. La vara, ciertamente, no mide de la misma forma a todos. Mientras unos piden un aumento para llegar a fin de mes, el mismo mandatario que se los niega alegando falta de plata, gasta hasta 20 mil dólares para sacarse una foto con el Papa. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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