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Mientras la DDI continúa avanzando en el esclarecimiento del violento crimen, los datos muestran un avance alarmante de la inseguridad, la pobreza y la desocupación en Quilmes. Mientras tanto, la jefa comunal apareció haciendo un “baile inclusivo”.
La ciudad de Quilmes se encuentra aún conmocionada por la muerte de Carlos Enrique Sánchez Paredes, de 22 años, que fue asesinado cuando esperaba el micro para ir a rendir una materia a la universidad. Su muerte no es una más, pero se suma a las tantas que atraviesan los preocupantes testimonios de inseguridad en la localidad que encabeza Mayra Mendoza.
Horas atrás, efectos de la DDI de Quilmes detuvieron a dos sospechosos del crimen. Uno de ellos tiene diecisiete años. El escenario, ciertamente, es complejo y trágico a la vez. La delincuencia juvenil y los menores de edad en las calles parece una imagen habitual del Quilmes de Mendoza.
“La pobreza en esta ciudad escaló a niveles nunca antes vistos”, aseguró un vecino de Bernal consultado por REALPOLITIK. “La inseguridad bate récords históricos. No hay patrulleros, las ambulancias están sin insumos y sin personal. Nunca Quilmes estuvo tan triste”, aseguraron.
Mientras su muerte aún se duela en las esquinas de su localidad, la jefa comunal kirchnerista Mayra Mendoza se presentó a bailar en el boliche Siglo XXI. “Todavía estamos pidiendo que resuelva los crímenes en Quilmes. No se puede ir a caminar en paz sin pensar que te van a matar, y nos encontramos con que Mendoza está haciendo un baile inclusivo”, expresaron los vecinos con indignación.
Mientras el hambre y la desocupación hacen estragos en la localidad bonaerense, Mendoza se presentó en Siglo XXI para hacer un “baile inclusivo” y hablar sobre “diversidad de género”. Casi al mismo tiempo, una gresca se desataba en el llamado “triángulo de Bernal” por la venta ambulante en una feria de usados.
Uno de los últimos episodios protagonizados por la propia Mayra Mendoza dejó entrever la crisis humana que envuelva a Quilmes. Según la intendente, cuando salía del edificio en el que vive encontró una bala calibre 40 en el hall de entrada. Mientras la jefe comunal aprovechó la ocasión para echarle la culpa a Javier Milei y “los discursos de odio que escuchamos todos los días”, los vecinos aseguraron que sólo se trata de otra muestra más de una Quilmes violenta. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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