Nacionales
¿Otra vez, furgón de cola?
La UCR ya suma su vagón al tren libertario
Con la votación positiva en general de la ley Bases en el Senado de la Nación, el radicalismo nacional -o gran parte de él- se prepara para ser vagón del tren conformado por libertarios y gran parte del Pro que ya no responde a Mauricio Macri.
El tiempo dirá y hablará sobre las calidades de ese vagón, es decir, si será de “primera clase” o “furgón de cola” de un tren que va sumando voluntades y atrae con acuerdos de caja para provincias gobernadas por el partido de Alem y con cargos con varios ceros a la derecha para rellenar organigramas en el estado nacional o, lo más preciado, ocupar alguna embajada que paga sueldos en euros.
DOBLE MENSAJE
En esa votación -protagonizada por exégetas y soldados incondicionales de los cinco gobernadores radicales- primó la directiva de avanzar, ya no en el suministro de herramientas para el gobierno, sino para dar dos señales tanto a la Casa Rosada como al kirchnerismo.
El conjunto de esos legisladores y delegados de los mandatarios, sumando a ese equipo al bonaerense Maximiliano Abad y al pampeano Daniel Kroneberg, sólo por citar unos ejemplos, fue contundente para señalarle a Javier Milei que “sin nosotros no pueden”.
Sin esa masa importante de senadores radicales, el gobierno nacional no podría avanzar en un programa económico que viene funcionando a fuerza de decretos. Esos decretos, vale señalar, deben convertirse en leyes crocantes y sonantes para asegurar la tan ansiada “seguridad jurídica” que demanda tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los más conspicuos representantes del capitalismo concentrado y global como Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, entre otros, que prometieron desembarcar para hacer grandes inversiones.
El segundo mensaje, es disfrutado por el paladar excesivamente antikirchnerista de muchos mandatario radicales, que decidieron fortalecer esa condición ante una opinión pública que, según encuestas siempre sospechosas, tienen a este gobierno libertario con un apoyo superior al 54 por ciento. En consecuencia prima el marketing y la prospectiva de la carrera política personal de muchos radicales, por sobre cualquier otro tipo de debates ideológicos, doctrinarios y políticos.
El tema principal de la coyuntura radical es que el consorcio de gobernadores sea tan fuerte como pueda actuando en bloque para que, junto con los libertarios y la diáspora del Pro que incentiva Patricia Bullrich, se termine de conformar una usina para el combate duro al kirchnerismo.
Así las cosas, el consorcio de gobernadores radicales y sus delegados en el Senado Nacional cumplieron más que dignamente su rol de actores de reparto en una imaginaria película que pueda competir por el Oscar.
Martín Lousteau y Facundo Manes.
MARKETING MATA HISTORIA
En función del marketing político que, hoy en día, demanda menos discusión y más pragmatismo para justificar virajes doctrinarios insólitos, esta masa crítica del radicalismo decidió enterrar décadas de la doctrina radical más ligada a la socialdemocracia que a una derecha anarcocapitalista.
Además, el viraje se hizo sin necesidad de desgastes adicionales que hubieran demandado, por caso un plenario de comité nacional o una convención nacional, a la cual obviamente convocarán para sellar nuevas alianzas. Es evidente al respecto que tanto el titular del comité nacional, Martín Lousteau, como su par en la convención, Gastón Manes, están más que debilitados en su capacidad de conducción y liderazgo.
El viraje es insólito e histórico dado que lo más cercano a un pensamiento liberal dentro del centenario partido se podría dar con referentes como Fernando De la Rúa, Ricardo López Murphy o, mucho más atrás en el tiempo, Ricardo Balbín o Marcelo Alvear. Pero ninguno de ellos descartaba al rol del estado en una política de desarrollo.
Se da así un corrimiento de escena al pensamiento socialdemócrata que encarnaban, por caso, Moisés Lebensohn, Crisólogo Larralde, Raúl Alfonsín y, más en el presente, Martín Lousteau, Federico Storani, Luis “Changui” Cáceres y Juan Manuel Casella.
La tensión irá en aumento, obviamente, porque esta votación provocó un enorme revuelo entre correligionarios de todo el país ante la actitud de mandatarios que seguramente querrán diferenciarse de manera sutil en el tiempo que queda para firmar el Pacto Mayo, corrido ahora para el 9 de Julio.
El tema es comprobar si los votantes cautivos del sector antikirchnerista pedirán que se insista con las sutilezas o pedirán que se profundice la grieta. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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