
Judiciales
Es un precedente en la regulación comercial de la ciudad.
En un inesperado giro de los acontecimientos, el distrito bonaerense de Berazategui ha salido victorioso en su disputa legal contra la cadena de helados Grido. La Suprema Corte bonaerense falló a favor del municipio, liderado por Juan José Mussi, respecto a la regulación del número de locales que una misma firma puede instalar.
La controversia se remonta a mediados de 2020, cuando Grido presentó una demanda contra el municipio por impedir su expansión en Berazategui. La cadena argumentaba que la negativa del municipio violaba su libertad de comercio y de industria lícita, tras no obtener la aprobación para abrir una sucursal en Sourigues.
Ese mismo año, el Concejo Deliberante de Berazategui había aprobado una ordenanza que limitaba la apertura de establecimientos comerciales bajo la modalidad de “cadena comercial y/o franquicia” a un máximo de cuatro locales en el distrito. Esta medida fue vista por muchos como un esfuerzo por preservar el equilibrio comercial local y evitar la monopolización por grandes cadenas.
A pesar de la ordenanza, Grido llevó su caso a la Suprema Corte bonaerense, solicitando que se declarara la inconstitucionalidad de tres artículos de la norma. La empresa argumentaba la "incompetencia del Concejo Deliberante" para legislar en materia de comercio.
No obstante, la Suprema Corte determinó que la ordenanza no violaba los derechos constitucionales de Grido. La resolución subrayó que la cadena ya operaba múltiples franquicias en el distrito, lo que desestimaba su argumento de una afectación esencial a su actividad comercial.
En su fallo, la Corte afirmó que la ordenanza de Berazategui no contradecía ninguna ley provincial y que el municipio actuaba dentro de sus competencias al reglamentar y limitar el ejercicio de derechos individuales en favor del interés común.
Este veredicto marca un precedente importante en la regulación del comercio local y resalta la capacidad de los municipios para imponer límites a la expansión de grandes cadenas comerciales, en aras de proteger el desarrollo económico local y evitar la saturación de mercado por actores predominantes.
La victoria de Berazategui no solo representa un triunfo jurídico, sino también una reafirmación del poder local para salvaguardar los intereses de su comunidad frente a las grandes corporaciones. Este caso seguramente será referenciado en futuros debates sobre la autonomía municipal y la regulación del comercio.
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