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El economista y director de la consultora Sarandí, Sergio Chouza, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre la política económica del gobierno de Milei. “Las posibilidades de un rebote en la economía a corto plazo están directamente enlazadas a la recuperación del poder adquisitivo”, afirmó.
Ante el contexto nacional del aumento del dólar, la destrucción de puestos de trabajo y la suspensión de producción por parte de empresas, el economista y director de la consultora Sarandí, Sergio Chouza, analizó: “La magnitud de la crisis es bastante severa, no vamos a descubrir nada. El objetivo de este programa económico era inducir un entorno recesivo con el propósito de enfriar la economía; esto generó presiones inflacionarias a raíz de la devaluación y lo que denominaron sinceramiento tarifario”.
“Las posibilidades de un rebote en la economía a corto plazo están directamente enlazadas a la recuperación del poder adquisitivo; si no hay una fuente de impulso sobre la demanda agregada es difícil pensar que van a brotar dólares o pesos debajo de la baldosa”, agregó. En este sentido, se refirió a la suba del dólar: “Hay una motivación más de orden financiero producto de las posiciones macro-imperantes, es decir el hecho que no haya una remuneración atractiva de los pesos. Por eso la gente tiene incertidumbre y se guía por la cultura bimonetaria dolarizando sus ahorros”.
En cuanto a los objetivos del gobierno, indicó: “Son pocas las economías del mundo que tienen esquemas restrictivos de control del capital; hace falta la acumulación de reservas para generar posiciones sólidas que no desestabilice ante el primer viento fuerte”. En tanto, continuó: “En este momento del año se deberían acumular agro-dólares y no se está haciendo. Hay claramente un problema de consistencia, el plan de Milei tiene muchas fisuras de funcionamiento interno del modelo, lo que lleva a que las empresas terminen dolarizando sus saldos de liquidez”.
Finalmente, Chouza evaluó: “La salida virtuosa sería la generación de puestos de trabajo, pero nadie va a tener posiciones altruistas en el empresariado si creen que no están dadas las condiciones para ampliar la capacidad productiva. Esto no ayuda a que se movilice la inversión real genuina y en el contexto macro se observa un dólar ficticiamente barato, ajustado por inflación; de este modo, ningún inversor del extranjero cambiaría sus divisas para entrar en una Argentina que está famélica en términos de demanda interna y que no genera un retorno atractivo para el incentivo cambiario”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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