
Municipales
Recientemente se encontraron en Santa Fe distintas representaciones de base de militantes de la UCR que tienen su arraigo en distintos sectores de la sociedad, con la idea de un debate refundacional o de reorganización partidaria de cara a futuras internas en distintos distritos y, por qué no, apuntando a las legislativas del año próximo.
La escena le dio un pequeño impulso a la figura del presidente del comité nacional, Martín Lousteau, quien venía bastante esmerilado por críticas desde dentro y fuera del partido debido a su actitud individualista en torno a la votación de la ley Bases, a la que ayudó otorgando quórum en el Senado de la Nación.
Lo cierto es que por dentro del partido, la dirigencia que responde a la mayoría de los gobernadores le recriminó su actuación de colaboración hacia el kirchnerismo y, por fuera, muchos sindicalistas le facturaron su egocentrismo que permitió la sesión de marras para aprobar la ley que, entre otras, devuelve el impuesto a las ganancias a los trabajadores.
La referencia al senador porteño es oportuna porque este tipo de encuentros de la militancia radical realizado en una de las provincias gestionadas por el centenario partido reforzó notablemente su imagen, que venía amenazada con un aislamiento y debilitamiento preocupante.
EL ROL DE PULLARO
El pulmotor, por así decirlo, se lo ofreció un gobernador como Maximiliano Pullaro quien en la provincia del litoral congregó a varias organizaciones que se nutren de muchos militantes de base como es la Organización de Trabajadores Radicales (OTR), Franja Morada, mujeres radicales, entre otras, que suelen atravesar el andarivel de muchas líneas que, generalmente, están en el ala progresista partidaria, como puede ser Evolución, del mencionado Martín Lousteau; Corriente de Opinión Nacional, de Federico Storani; y la Vergencia, de Juan Manuel Casella, entre tantas otras.
Allí en Santa Fe, donde se juntaron entre quinientos y un millar de militantes, según la visión más optimista, los participantes se dieron ánimo -en un contexto bastante desmotivador- para comprometerse a construir algún proyecto de partido con vista a las elecciones legislativas.
Convivieron allí los más proclives a una línea químicamente socialdemócrata, sin atenuantes y el pragmatismo. Tanto Lousteau como Pullaro hacen las veces de “carrileros” o de “equilibristas” entre los sectores más comprometidos con ambos matices. Si hay que analizar una competencia de posiciones, es obvio que Pullaro está en el extremo más pragmático. Aquel que le permitió expresarse a favor de un voto a Javier Milei en la segunda vuelta del año pasado y que, tan sólo hace unos días, pudo concentrar a lo más emblemático del ala progresista partidaria.
INSTANCIA EMBRIONARIA
Por el momento, este tipo de encuentros es una instancia embrionaria para generar un radicalismo que muchos sectores lo vinculan con la ortodoxia histórica más referenciada con el discurso de Raúl Alfonsín. Con una economía mixta, con estratégica intervención del estado para garantizar igualdad de oportunidades y con un análisis internacional en las antípodas del esquema oficialista libertario.
Esto es lo que deslizan militantes que participaron de este encuentro o que, a la distancia, transmitieron su simpatía hacia Lousteau y Pullaro. Hasta le perdonan al primero de ellos haber dado quórum en la sesión para aprobar la ley Bases.
En tanto, no se habla de liderazgo a nivel nacional porque se considera que esto es muy prematuro. En el caso del economista porteño, este deberá sortear algo así como un examen final para renovar su banca de senador, si es posible ganando el comicio legislativo del año que viene.
En cuanto a Pullaro, éste lleva cierta ventaja en cuanto a que debe revalidar títulos recién en el 2027 y que, mientras tanto, hace un movimiento muy minucioso para gestionar una de las provincias que más aporta al PBI, para convivir con colegas que están vulnerables a la tentación libertaria y para hacer un apoyo crítico al gobierno nacional.
En síntesis, el encuentro en Santa Fe no tiene las características de un plenario doctrinario como aquel que le dio origen en Laguna Setubal a la junta coordinadora nacional. Sin embargo, generó una inyección de entusiasmo como para programar acciones en distintos distritos, entre ellos, la emblemática provincia de Buenos Aires, donde se vienen las internas partidarias para noviembre próximo. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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