
CABA
Luego de varias experiencias amargas con su dubitativa y especulativa participación en el Senado -donde ocupa una banca por la CABA- el también presidente del comité nacional de la UCR, Martín Lousteau, resolvió, después de meses, que algo hay que hacer con la propuesta de Ariel Lijo para ocupar un asiento en la Corte de Justicia de Nación.
Su reciente colaboración para dar quórum en la aprobación de la ley Bases -generando importantes perjuicios en derechos laborales o transferencia de cargas impositivas a sectores populares- le causó un rosario de insultos y reproches tales, que probablemente le ocasionaron una reflexión sobre el camino a seguir para hacer sustentable su conducción partidaria.
Con el quórum que facilitó para la polémica ley, no sólo aportó una colaboración clave con el gobierno nacional que dice cuestionar, sino que provocó un fuerte malestar con otros sectores políticos coincidentes en armar un polo o, al menos, una congruencia de agrupaciones para oponerse al plan económico del gobierno de Javier Milei.
“¿De qué manera vamos a mirar a la gente a los ojos si actuamos de una manera tan contradictoria?”, señalan en sectores del sindicalismo y del peronismo que suelen autoproclamarse en el denominado “campo nacional y popular”.
Lousteau no es de aceptar errores, al menos explícitamente, pero sus acciones hablan por sí solas, suelen afirmar quienes más lo conocen.
LA IMAGEN ANTE TODO
En tal sentido, hay que leer su convocatoria amplia a un plenario en el comité nacional de la UCR para debatir la postulación del juez federal Ariel Lijo y dar fuerte respaldo a la postura que salga de ese debate, sea mediante un documento, un comunicado o en distintas manifestaciones públicas.
Cabe explicar que en el comité nacional participan cuatro delegados por cada una de las provincias y por la Ciudad Autónoma, sumando así noventa y seis participantes, algunos de los cuales representan a distritos gobernados por el partido. Es decir, pueden estar Gustavo Valdés, mandatario de Corrientes, y otros que enviarán a sus ocasionales voceros.
A esto hay que agregar la presencia de la Juventud Radical -que por su autonomía no está obligada a acatar la postura de los mayores-, la Organización de Trabajadores Radicales (OTR) y demás representaciones, como es el caso de UCR Diversidad, que tuvo su reconocimiento formal en la convención nacional de La Plata realizada poco antes de las elecciones del 2023.
Lousteau cree que tiene alguna batalla ganada con esta convocatoria porque no se trata de un dato menor el logro de una imagen impactante ante la opinión pública y los medios en momentos difíciles para la actividad de los partidos políticos.
Por ejemplo, el Partido Justicialista a nivel nacional ni siquiera puede costear los gastos mínimos de funcionamiento, el Pro se desmadra entre divisiones internas y quiere evitar la aspiradora de La Libertad Avanza o el propio oficialismo no puede constituir el partido en todas las provincias.
Si bien ese será un objetivo loable por cumplir, lo cierto es que Martín Lousteau buscará limpiar o amortiguar los efectos que pesan sobre él y sobre su entorno acerca de un apoyo a un representante de la denominada “corporación de Comodoro Py”, que será muy funcional a las debilidades políticas de Javier Milei.
DESPEJAR SOSPECHAS
Lousteau tiene que despejar miles de sospechas que lo azotan a él, a su mano derecha y vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, y al ex presidente del club Boca Juniors, Daniel Angelici, respecto de alguna relación fructífera y estratégica con Lijo. Según las mismas versiones periodísticas, algunas de medios de comunicación muy reconocidos a nivel nacional, pesan ciertas miradas muy simpáticas sobre la industria de los juegos de azar y sobre posibles casos de tráficos de influencias que serán motivo de fuerte ruido en las audiencias públicas previstas para agosto próximo.
El senador nacional, de todas maneras, sigue especulando en el sentido de abrir un verdadero misterio sobre qué hará en el recinto a la hora de tratar la aprobación del pliego de Lijo. Por lo pronto, dijo que escuchará atentamente al juez federal en la audiencia pública de agosto y después tomará una decisión.
La pregunta que circula es: ¿Qué hará si el plenario radical que convocó concluye en que hay que rechazar su propuesta?. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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