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Indignante. Vergonzante. Los adjetivos no alcanzan para describir el drama que experimenta buena parte de la sociedad argentina. En el país de las vacas y los cereales, que alimenta a 400 millones de personas, uno de cada 10 niños son indigentes y 6 de cada diez, al menos, son pobres.
El gobierno nacional se desentiende de la situación, no se preocupa de proveer alimentos a los comedores solidarios y apela las sentencias judiciales que lo conminan a afrontar esa obligación. El nivel de crueldad hacia los más desprotegidos, y sobre todo de los niños, es absolutamente inédito. En las antípodas del axioma peronista que aseguraba que “los únicos privilegiados son los niños y los ancianos”, el gobierno libertario los ha convertido en sus principales víctimas.
Tan grave es la situación que expermientan los infantes que la Fundación Madero Solidario, junto con cinco de las ONGs más importantes de Argentina, lanzó una colecta solidaria para tratar de que los niños tengan un plato de comida en la mesa en el Día de las Infancias. ¿Y el resto de los días? La respuesta es el silencio.
Natalí Kliksberg es la presidenta de la fundación, y señala con espanto que "uno de cada diez chicos es indigente en Argentina. El hambre no puede esperar. Los chicos que no tienen un plato de comida no pueden esperar”, enfatiza.
El objetivo planteado no es de logro sencillo: conseguir que 100 mil niños tengan un plato de comida para el Día de las Infancias. ¿Y los otros 364? El gobierno mira para otro lado, y la oposición se desentiende. Una cifra que, por más alta que sea, están convencidas de que van a alcanzar.
“Según el último estudio de UNICEF, siete de diez niños en Argentina están bajo la línea de pobreza. Eso quiere decir que son familias donde no ingresa el suficiente dinero para poder cubrir la canasta básica en su totalidad. Entonces no podemos quedarnos de brazos cruzados”, denuncia Kliksberg.
El mismo informe de UNICEF es conmovedor: “Son aproximadamente 9 millones de chicos que están bajo la línea de la pobreza. Es un número terrible. Y esto es un problema estructural que se viene arrastrando desde los últimos 40 años. Si queremos profundizar, uno de cada cinco chicos es indigente en Argentina”, explica Belén Serodino, vicepresidenta de la fundación.
La distribución de los alimentos que puedan llegar a adquirirse se realizará con la colaboración de las cinco de las fundaciones nacionales más importantes: la Fundación Margarita Barrientos, CONIN, Fundación SI, Fundación Nordelta y Cáritas.
Las palabras no alcanzan para describir ni para condenar el oprobio al que nos expone esta tremenda realidad social. ¿Hasta cuándo la insensibilidad política y social tolerará esta catástrofe? ¿O deberemos admitir que, sencillamente, a quienes aún pueden asomar la cabeza en medio de la depresión no les importa el sufrimiento de sus compatriotas? (www.REALPOLITIK.com.ar)
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