Municipales
Superávit ficticio y contabilidad creativa
El gobierno de Milei no acepta los bonos que él mismo emite
Aunque parezca increíble, la Compañía Administradora el Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA), que cuenta con un 20 por ciento de su capital en manos del estado Argentino, no acepta que las provincias le paguen sus compras de energía con los bonos que les dio el ministro Luis Caputo.
La situación puede calificarse como ridícula, pero nada resulta sorprendente con un gobierno que, con tal de presentar un ficticio superávit, recurre constantemente a emitir herramientas financieras y a desconocer sus compromisos financieros que rápidamente hunden su cotización en el mercado, producto de la pésima perfomance que viene desarrollando, y que incluye un rojo de entre 5.000 y 7.000 millones de dólares en el Banco Central, y un endeudamiento, desde que asumió, de más de 70.000 millones de dólares. Ahora llegó al límite del absurdo, al repudiar los bonos que el propio gobierno emitió.
El conflicto se produjo cuando un gobernador intentó usar los bonos que le recibió de las empresas eléctricas de su provincia para pagarle a CAMMESA por el suministro realizado, a pesar de que esas mismas empresas fueron obligadas a aceptar ese bono de manera compulsiva por el ministro Caputo. Ahora el gobierno reconoce que los títulos emitidos son papel pintados, que ni siquiera él mismo está dispuesto a aceptar.
Las empresas generadoras de energía a nivel provincial utilizaron esos bonos para el pago de impuestos provinciales y regalías, una de los posibles usos contemplados por el gobierno nacional al emitirlos. Los gobernadores se atuvieron a la letra de la disposición de las autoridades nacionales y aceptaron ese medio de pago, pero ahora la empresa mayorista de energía, con participación estatal, no los admitió.
La Secretaría de Energía de la Nación, encabezada por Eduardo Rodríguez Chirillo, confirmó el despropósito: "Nadie dijo que CAMMESA iba aceptar esos bonos", pese a que a fines del mes de mayo, el ministro Luis Caputo festejaba la entrega compulsiva de bonos A38 a CAMMESA para cancelar la deuda contraída desde el mes de diciembre, producto del salto cambiario y tarifas dolarizadas, para así poder dibujar creativamente un inexistente superávit fiscal. Ese bono cotiza a un 50 por ciento de su paridad, por lo que el gobierno se deshizo de la mitad de su deuda de un plumazo.
Pero lo que el gobierno nacional impuso por la fuerza no es aceptado por CAMMESA en el caso de las provincias. "Somos firmas apalancadas en financiamiento externo, ¿Qué entienden nuestros acreedores? ¿Qué vamos a cumplir nuestros compromisos con papelitos de Caputo, que encima el propio estado rechaza?", pretendió justificar uno de los empresarios que participa de la administración de la mayorista.
"Piden la confianza del mercado y ellos no confían en su propio bono", retrucó un directivo de una de las cooperativas eléctricas provinciales que proveen al mercado minorista.
El absurdo se explica también, aunque sólo en parte, por otra de las internas que corroen al gobierno nacional, entre Luis Caputo y el secretario de Energía, Rodríguez Chirillo. Caputo le intervino a cartera a Chirillo con Daniel Gonzalez, lo que si bien todavía no está oficializado, asumió funciones de hecho. De ahí la decisión de Rodríguez Chirillo de respaldar la negativa de las empresas privadas que componen el Directorio de CAMMESA.
El tema de la seguridad jurídica y el respeto de los compromisos contraídos afecta fuertemente a este gobierno. En el sector energético, la decisión gubernamental de pagar con bonos a CAMMESA llegó a involucrar, en su momento, a las autoridades de los Estados Unidos. Para suavizar la tensión, las autoridades nacionales presionaron al gobernador entrerriano Rogelio Frigerio para que aceptara el pago de regalías adeudadas a la Nación por parte de CAMMESA con bonos, lo cual significó una pérdida de 580 mil dólares para la provincia.
Un ejemplo muy claro de cómo consigue alcanzar su pretendido superávit el gobierno nacional: perjudicando a sus acreedores, aprovechándose de su situación privilegiada. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?