Judiciales
Cada vez más sola
CFK le soltó la mano a Maduro y el chavismo la acusó de “traición”
Las elecciones venezolanas conmocionaron la geopolítica internacional. Se jugaba demasiado en términos del equilibrio mundial, por lo que la intromisión de las grandes potencias -y de quienes se colgaban de sus pantalones, como la Argentina- resultaba previsible.
Las intervenciones de oficialistas y de opositores dejaban más dudas que certezas, que retroalimentaron el nivel de conflicto llevándolo a punto de ebullición. En la Argentina la toma de partido a rajatabla en favor de la lista opositora desde un primer momento hizo derrapar a la canciller Diana Mondino, quien siguió jugando por su cuenta y manteniendo ese discurso, mientras que la cancillería pasó a adoptar una posición más cauta, en la medida en la que comenzaba a quedar en claro que la documentación en poder del Consejo Nacional Electoral venezolano permitía demostrar la victoria de Nicolás Maduro. El problema fue que se entrometió Cristina Fernández, quien expuso el sábado en el curso internacional “Realidad Política y Electoral de América Latina” realizado en México.
La ex presidenta, quien ha perdido mucho del poder de fuego de su antigua retórica confrontativa, adoptó un discurso “políticamente correcto” para dar una nueva muestra de su domesticación al establishment. “De acá le pido, no solamente por el pueblo venezolano, sino por la oposición, la democracia, por el propio legado de Hugo Chávez, que publiquen las actas. Tenemos que pedir que se publiquen para que todos puedan escrutar: la opinión pública internacional, la oposición y el pueblo de Venezuela”, exigió, sacando de quicio a buena parte de sus seguidores, que esperaban una encendida defensa del gobierno venezolano.
No sólo sus seguidores más radicales quedaron decepcionados, sino también las autoridades venezolanas, que respondieron a través del vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y legislador Diosdado Cabello de manera contundente. A la apelación al “legado de Hugo Chávez” que hizo Cristina, el venezolano le respondió, sin mencionarla, sentenciando que “traicionaron el legado de Kirchner, de Perón y al pueblo”.
Diosdado Cabello no se quedó en esa acusación, sino que también embistió contra Alberto Fernández, acusándolo de “entregar el gobierno a la extrema derecha”, para inmediatamente referirse a su sucesor, el “fascista de Milei”, a quien “le hace la fiesta Alberto Fernández”.
“¿Por qué está Milei en la Argentina?”, se preguntó. “Por la tibieza de Alberto Fernández. Por la tibieza traicionaron el legado de Kirchner, de Perón y a su propio pueblo, y entonces quieren opinar sobre Venezuela”.
El vicepresidente del PSUV enfatizó que el fondo del problema en realidad radica en la “envidia” sobre el régimen chavista: “Contra Venezuela, contra Chávez y contra Nicolás Maduro hay una gran envidia porque aquí, en Venezuela, este proyecto se ha mantenido. Ellos han pasado por gobiernos en sus países y han terminado entregando el gobierno a la extrema derecha porque no han sido consecuentes con el pueblo que los eligió”.
Y sin mencionarla continuó la crítica feroz contra Cristina, y la dirigencia de la timorata UxP que no se anima a ejercer la oposición contra el gobierno de Milei: “Les extraña que Chávez dejó un legado y Nicolás (Maduro) lo levantó junto al pueblo. Y más envidia les da que aquí, pase lo que pase, nos encontrarán juntos y unidos, en las buenas y en las malas. Un tibio como Alberto Fernández opina sobre Venezuela, ¿qué tiene que opinar sobre Venezuela? Nosotros vivimos tranquilos, el legado de Chávez está en buenas manos, está seguro. Es una envidia y se extiende a Nicaragua y, por supuesto, a la que más le tienen envidia es a Cuba”, subrayó.
Si bien las elecciones venezolanas continuarán ocupando los titulares de la prensa internacional en las jornadas sucesivas, el resultado parece haber quedado firme, sancionando la victoria de los BRICS por sobre las expectativas de los EE.UU. y de sus aliados. A nivel continental, en tanto, el vencedor ha sido sin duda “Lula” Da Silva, quien se convirtió en el gran negociador de las posiciones enfrentadas de los países americanos, y hasta asumió la protección de la Embajada Argentina en Venezuela, luego de que la improvisación y la incapacidad del gobierno argentino provocara la ruptura de relaciones entre ambos países y la expulsión de la delegación nacional.
En el caso de Cristina y de sus acólitos, sólo se confirmó su constante declinación y el creciente desencanto de sus seguidores. Para buena parte de ellos, hace rato que “la jefa” dejó de ser infalible, y comienzan a aceptar que sus posiciones políticas sólo apuntan a preservar sus propios intereses y a evitar terminar tras las rejas. Aunque esa manifiesta debilidad que expresa a cada paso parezca dejarla cada vez más expuesta a ese destino. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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Venezuela, Hugo Chávez, Juan Domingo Perón, Néstor Kirchner, Alberto Fernández, Lula da Silva, Nicolás Maduro, Cristina Kirchner, Diana Mondino, Diosdado Cabello¿Qué te parece esta nota?
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