Nacionales
Preocupante
Los canjes libertarios
La vicepresidente de la Nación posó sonriente en la reconocida confitería Selquet, e inmediatamente comenzaron los rumores de beneficios y canjes en el seno de su propio espacio político. Los casos de Lilia Lemoine, Manuel Adorni y la ley que prohíbe estas conductas.
La vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, visitó el pasado 9 de julio el coqueto restaurant y bar Selquet, ubicado en la icónica esquina de avenida Figueroa Alcorta y La Pampa. Durante su estadía, decidió fotografiarse dentro del pintoresco local de vidrio y acero, despertando una inesperada polémica en el seno del espacio libertario.
“Agradecemos la visita de la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, en el día de la independencia de la patria, un día tan especial para el corazón de todos los argentinos y, obviamente, para la confitería Selquet”, publicó el perfil del reconocido restaurant en sus redes sociales.
Inmediatamente, comenzaron las especulaciones en torno a la posibilidad de que la vicepresidente haya recurrido a un canje a cambio de utilizar su imagen en el lugar. De haber sido éste el caso, Villarruel habría incurrido en una grave falta a la ley 25.188, que estipula que “los funcionarios públicos no podrán recibir regalos, donaciones, obsequios, sean de cosas, servicios o bienes”.
El restaurant Selquet suele hacer gala de la cantidad de famosos que se acercan a tomar o comer algo a la esquina de Figueroa Alcorta y La Pampa. En efecto, en una entrevista periodística realizada por sus dueños en febrero de este año, aseguraron que “estar en Selquet era como estar dentro de una película de Olmedo y Porcel de los 70”.
Asociado al glamour y a las celebrities, Selquet supo recibir entre sus comensales a personajes como Marcelo Tinelli, Guillermo Francella, Moria Casán, Sergio Massa o Adrián Suar. Si bien no consta que ninguna de estas personas reconocidas en el país hayan recibido algún tipo de beneficio especial por estar allí, las últimas noticias respecto al comportamiento de numerosos funcionarios libertarios deja un resquicio para la duda.
En efecto, se supo que la propia referente y legisladora nacional Lilia Lemoine, en sentido contrario a lo que indica la ley, instaló una aplicación para recibir donaciones a través de su cuenta de X. Algo parecido ocurrió con el vocero presidencial, Manuel Adorni, que terminó dando de baja la aplicación Cafecito y devolvió el dinero recaudado.
Con este prontuario a cuestas, no son pocos los que sospechan que la propia Villarruel haya recibido algún tipo de beneficio por posar sonriente para las cámaras de las redes sociales de Selquet. Tal vez, incluso, logró un cupón de descuento para sus queridos “villarruelitos”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?