La profecía de Sergio Berni

El escándalo que estalló en los últimos días por la supuesta violencia de género en que habría incurrido el ex presidente devuelven actualidad a la sentencia de Berni. Al fin y al cabo, la responsable de haber conducido a un sujeto de la calaña de Alberto Fernández a la primera magistratura es toda suya. No es el único caso en el que la determinación obsesiva de Cristina por imponer su voluntad lleva a situaciones de desacreditación y de hastío social con el universo de UxP, el FdT o el FPV. 

No es la única vez que Cristina eligió de manera errada. ¿Qué decir, sino, del otro candidato presidencial definido por su dedo, Daniel Scioli, ahora funcionario de Javier Milei? Al momento de decidir, la ex presidenta actúa con toda la sagacidad de un pato de campo: a cada paso…

El caso de violencia de género de Alberto Fernández motivó la crítica a rajatabla de todos los colectivos relacionados con la defensa de los derechos de las mujeres y de las minorías sexuales que abrevan en el cristinismo. Es muy interesante repasar la declaración de la agrupación insignia, La Cámpora: “expresamos nuestra solidaridad con Fabiola Yáñez a partir de las noticias que informan de su denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández. Te creemos y acompañamos. Repudiamos enérgicamente los hechos de violencia machista, provengan de quien provengan, agravados en este caso por el ejercicio de poder que implica el cargo de Presidente de la Nación”.

El presidente que prometió “sumarse a la ola del feminismo” parece haber terminado en las antípodas de esa afirmación, como de tantas otras que sistemáticamente ignoró o actuó en contra. Claro está, todos y todas en UxP juegan a la mancha venenosa con Alberto Fernández, quien aparece como el virus que contagia y desacredita a todo lo que lo rodea desde hace mucho tiempo. Pero las afirmaciones de Fabiola van mucho más allá, ya que involucran denuncias y pedidos de asistencia, en su momento, al ministerio de la Mujer y a otras féminas que ocupaban posiciones de poder determinante, y que habrían elegido mirar para otro lado o bajarle el precio a sus denuncias.

Lo más llamativo es la declaración de La Cámpora, ya que en el pasado ha sido una de las agrupaciones más afectadas por el ejercicio de la violencia de género, y que ahora pretende presentarse como portadora de una pureza prístina en la materia.

Pero como la mentira tiene patas cortas, este mismo miércoles una noticia puso las cosas blanco sobre negro:  Mauro Rojas, Tesorero del municipio bonaerense de Hurlingham, militante de La Cámpora y mano derecha del intendente Damián Selci, debió renunciar tras ser acusado por acoso sexual a una de sus empleadas. ¿Qué opinará Mayra Mendoza y el resto de la rama femenina de La Cámpora ante esta acusación? ¿Replicarán la dura condena que le aplicaron a Alberto Fernández?

“El que trajo al borracho, que se lo lleve”, afirmaba Berni. Al parecer, y habida cuenta de las múltiples denuncias contra varios dirigentes de la agrupación, Cristina no habría traído a un borracho, sino a un ejército de borrachos. Para beneficio de Javier Milei y de las fuerzas políticas que confrontan con el cristinismo, y que disfrutan de que sus acciones se vean disimuladas o toleradas ante las consecuencias de las decisiones de esta pata campestre, que en su afán de conquistar un poder absoluto terminó haciendo trizas el campo popular. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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