Aumentan las denuncias en el hospital de Santa Cruz

Desde la ATE Santa Cruz se han presentado graves denuncias sobre las condiciones laborales en el Hospital Regional de Río Gallegos, revelando problemas estructurales y de mantenimiento que afectan tanto a pacientes como a personal. José Berón, delegado de ATE, expuso las serias deficiencias en la infraestructura del hospital, señalando que las instalaciones están en un estado lamentable.

Berón destacó que “es injusto para los pacientes que acuden al hospital encontrarse con instalaciones en mal estado. Hemos inspeccionado los baños junto a nuestros compañeros de ATE y observamos que la parte superior del entretecho, que antes estaba cerrada con candado, ahora está sin protección. Además, se nos acusa de boicotear el hospital, lo cual consideramos infundado”.

Uno de los problemas más preocupantes es el estado de las mochilas de agua, que están rotas y pierden líquido. Aunque esto no afecta directamente el suministro de agua, la situación general del hospital es crítica. “El verdadero problema radica en la calefacción y los tanques de agua. En ocasiones, los camiones deben traer agua para abastecer al hospital debido a la falta de suministro. Estamos documentando esta situación para evidenciar la negligencia de la gestión del Ministro Varela”, aseguró Berón.

El delegado también informó sobre problemas graves con los ascensores del hospital. De los cuatro ascensores, solo uno está operativo, y lo hace de manera deficiente, generando un ruido incómodo para los pacientes. Los otros tres ascensores están fuera de servicio y uno de ellos se utiliza para transportar comida, pacientes, lavandería y ropa, lo que agrava aún más la situación.

Berón enfatizó que, a pesar de contar con un excelente recurso humano, el personal sigue trabajando en condiciones precarias. Como primera medida gremial, ATE ha solicitado una mesa de diálogo con las autoridades del hospital, pero hasta el momento no han obtenido respuestas. Además, se han planteado problemas relacionados con la regularización de contratos, hostigamiento y retrasos en el pago de viáticos.

Esta situación pone en evidencia una seria falta de atención a las necesidades básicas de funcionamiento del hospital, lo que podría poner en riesgo la calidad de la atención médica y el bienestar de los pacientes. La falta de respuesta por parte de las autoridades agrava la crisis y destaca la urgencia de tomar medidas para mejorar las condiciones en el Hospital Regional de Río Gallegos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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