Malestar en Mendoza: Prioridades cuestionadas y escándalos políticos en la gestión de Raúl Rufeil

El reciente arreglo de los históricos relojes del edificio municipal de San Martín, realizado bajo la gestión del intendente Raúl Rufeil, ha desatado una ola de críticas entre los vecinos y la oposición, quienes cuestionan las prioridades del gobierno comunal en medio de múltiples necesidades insatisfechas en el departamento.

El pasado 27 de julio, el intendente Rufeil celebró en redes sociales la reparación de los relojes que llevaban 20 años sin funcionar. Sin embargo, la alegría del mandatario no fue compartida por los habitantes de San Martín, quienes rápidamente señalaron la falta de acción en asuntos mucho más urgentes como el estado de las calles y la provisión de agua en los barrios periféricos.

Entre los comentarios de los vecinos, uno destacó: "Bien, ahora hay que arreglar las calles y llevar agua a los barrios que están a 10 minutos de ese bonito edificio alquilado", reflejando el malestar generalizado por lo que perciben como un desvío de recursos hacia proyectos estéticos en lugar de mejoras esenciales.

La polémica creció cuando comenzaron a circular rumores sobre el costo del arreglo, con cifras que, aunque no confirmadas oficialmente, indignaron aún más a la comunidad. "Dicen que costó $100.000.000 el arreglo, no sé si tan así, pero la gente está indignada porque le dieron prioridad a esto y no a otras cosas que hacen al bienestar del pueblo", señaló una fuente política local.

La situación se agrava por la falta de transparencia en el proceso, ya que no existe una licitación pública ni un contrato visible que detalle los gastos del proyecto. Según fuentes de la oposición, el arreglo fue llevado a cabo por un empleado de defensa civil que, curiosamente, también se encarga de reparar los carteles de tránsito en la ciudad.

El descontento no se limita a este tema. En medio de estas controversias, el bloque peronista de San Martín ha intensificado su crítica hacia el oficialismo, especialmente tras la reciente visita de diputados libertarios a condenados por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Este gesto, que incluyó a la diputada mendocina Lourdes Arrieta, fue repudiado tanto por la oposición como por algunos miembros de su propio espacio político, profundizando una crisis interna en La Libertad Avanza.

La concejal Silvina Agüero fue una de las primeras en expresar su rechazo, destacando que los diputados nacionales deben representar a la Democracia, no buscar la impunidad de represores. La situación se complicó aún más cuando salió a la luz una foto de los diputados junto a los condenados, desmintiendo las excusas de Arrieta sobre haber sido "engañada" para asistir al penal de Ezeiza.

Este cúmulo de tensiones y escándalos ha dejado al intendente Raúl Rufeil y a su administración bajo un fuerte escrutinio, con la comunidad cada vez más desconfiada de sus decisiones y prioridades, mientras el malestar sigue creciendo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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