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El miércoles pasado, el Corralón Municipal de la ciudad de Mercedes se convirtió en escenario de un violento altercado. Lo que comenzó como un paro de trabajadores municipales, terminó en una denuncia penal que complica a la gestión del intendente Juan Ustarroz.
En el marco de un reclamo paritario, la secretaria General del Sindicato de Trabajadores Municipales de Mercedes, Evangelina Artaza, presentó una denuncia formal ante la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nro. 5, acusando a dos trabajadores municipales de agresiones, amenazas y aprietes en su contra. Según el relato de la denunciante, los hechos ocurrieron alrededor de las 18.30, cuando se acercó al Corralón acompañado de dos delegados, Santiago Simonetti y Mariela Huinchinao. Al llegar, se encontraron con carteles que la atacaban directamente, con la inscripción: "No al paro político de Artaza".
Al intentar retirar los carteles, la situación escaló rápidamente. Juan Andrés Castro, uno de los acusados, comenzó a insultarla y, según la denuncia, procedió a arrastrarla varios metros, ocasionándole lesiones con los alambres del cartel. Durante el incidente, Castro le habría lanzado amenazas como "Te voy a pegar un sopapo" y "Te queda poco tiempo", lo que generó un temor significativo en Artaza.
Además, Rubén Benítez, otro trabajador de la gestión de Ustarroz involucrado en el hecho, también habría proferido amenazas en su contra, intensificando aún más la tensión. Artaza destacó en su denuncia que ambos individuos están relacionados con Luis Ponce, subsecretario de Servicios Públicos, y que estos vínculos habrían motivado las agresiones debido a la proximidad de Castro con Ponce, quien también es vicepresidente del club Mercedes.
La situación se tornó más delicada cuando, el 8 de agosto, durante el inicio del paro impulsado por el sindicato, otros compañeros del corralón recibieron amenazas de Damián Pozzi y Javier Pucheta. Según la denuncia, estos les advirtieron que, si no comenzaban a trabajar, perderían las horas extras.
Artaza, en su denuncia, expresó su preocupación por la integridad física tanto suya como de sus hijos, ya que es la cabeza de familia. Aunque no solicitó una orden de restricción, sí demandó que se tomen medidas para garantizar su seguridad y la de sus compañeros.
Este conflicto sindical en Mercedes pone en evidencia la compleja relación entre trabajadores y la gestión Ustarroz, y ha encendido las alarmas en el sindicato, que exige una intervención inmediata para proteger a sus representantes y miembros. La denuncia de Artaza, respaldada por evidencia en video, ahora está en manos de la fiscalía, que deberá investigar los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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