Municipales
Como ratas por tirante
La novela de Alberto Fernández: Cuernos por partida doble
El proclamado “primer feminista” por el grueso de las agrupaciones verdes y el kirchnerismo en su conjunto, hoy enfrenta una causa judicial por haber golpeado salvajemente a su pareja. El silencio de Cristina y la desbandada peronista.
Aún resuenan los ecos de aquel discurso del por entonces presidente Alberto Fernández. Había inaugurado con pompas y platillos el tristemente célebre ministerio de la Mujer ante un anfiteatro colmado de agrupaciones feministas. Entre banderas de Cristina Fernández de Kirchner, Eva Duarte y Milagro Sala, el mandatario tomó el micrófono y gritó: “Mujeres, empodérense. Los hombres tenemos que hacer ese aprendizaje, porque venimos de esa cultura que ponía en segundo lugar a la mujer. Les prometo que el primer feminista voy a ser yo”.
El discurrir del tiempo, sin embargo, mostró la cara menos agradable de aquel “abanderado de las mujeres”. Hoy sale a la luz del mundo una historia que, a las fiestas que se celebraban en la Quinta de Olivos mientras la sociedad entera se encerraba, se le suman infidelidades con Tamara Pettinato y un reguero de violencia contra su pareja, Fabiola Yáñez.
La llamada “agenda verde”, la retórica del presidente que “llegó para ponerle fin al patriarcado” y el apoyo kirchnerista hicieron un previsible mutis por el foro. De aquel 80 por ciento de intención de voto en marzo del 2020 a este presente sólo, apoyado apenas por un grupo de dirigentes de escasa relevancia que conforman su círculo íntimo, hubo un camino signado por un sinfín de conductas reprobables.
Tiempo atrás, cuando fue invitada al programa de Andy Kusnetzoff, la mediática Tamara Pettinato admitió que pesaba sobre ella una causa penal por haber visitado la Quinta de Olivos. “Seguramente va a quedar en la nada, porque no hice nada ilegal”, aseguró. Sonriendo, se negó a contar el por qué de su presencia en la residencia presidencial. “Es algo íntimo, y ya dije lo que tenía que decir”, aseguró entre carcajadas cómplices.
Hoy, un conjunto de videos irrumpe la estrategia legal de los abogados de Alberto Fernández y da por tierra con cualquier posibilidad de negar lo que, evidentemente, ocurrió en la Casa de Gobierno. Grabados con el propio celular de Fernández, aunque su ahora ex pareja Fabiola Yáñez aseguró que era “el teléfono que yo usaba para ponerle música a Francisco”, el mandatario filmaba a Pettinato mientras se reían y juraban amor eterno. En otro video, Pettinato juega con la lapicera negra de pluma que el ex mandatario utilizaba para firmar decretos oficiales. “Yo te amo”, le dice Alberto Fernández a su invitada, quien a su vez asegura estar escribiendo una carta de amor.
En un giro inesperado de la historia, meses atrás la propia Pettinato había confirmado su relación con el diputado nacional José Glinski. Oriundo de Comodoro Rivadavia, el legislador de 44 años había sido nombrado jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, cargo que ocupó hasta diciembre de 2023. Quien firmó su nombramiento no fue otro que Alberto Fernández. Hoy Glinski ocupa casualmente una banca en el bloque de Unión por la Patria y se debate entre defender al dirigente que le permitió el salto en la política y atacar al hombre que tuvo sexo con su mujer y atacó ferozmente a la primera dama.
Mientras esta insólita novela continúa discurriendo entre el horror y el ridículo, el kirchnerismo optó por no hacerse cargo de Alberto Fernández. Atrás quedaron los cientos de dirigentes que le rogaron por un cargo, que aseguraron que era “el primer presidente feminista” y el hecho de que, quien lo eligió a dedo para ocupar la presidencia, no fue otra que Cristina Fernández de Kirchner, hoy protagonista de un estruendoso silencio. (www.REALPOLITIK.com.ar)
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández, Fabiola Yáñez, José Glinski, Unión por la Patria, Tamara Pettinato¿Qué te parece esta nota?