
Gremiales
La decisión de dar de baja el proceso, confirmada por el directorio del ISJ liderado por José Manzur, ha generado especulaciones y críticas entre los sindicalistas locales.
La polémica en torno al Instituto de Seguros de Jujuy (ISJ) ha alcanzado un nuevo giro con la cancelación de la licitación para contratar seguridad privada por una suma que superaba los $1.300.000.000. La decisión de dar de baja el proceso, confirmada por el directorio del ISJ liderado por José Manzur, ha generado especulaciones y críticas entre los sindicalistas locales.
La controversia estalló cuando el ISJ, en una aparente crisis financiera, anunció la licitación para un contrato millonario en seguridad privada, mientras enfrenta serios problemas de solvencia. La reunión entre sindicalistas y el directorio de la obra social reveló una serie de preocupaciones. Matías Brizuela, titular de la delegación de ATE en San Pedro de Jujuy, expresó su descontento, señalando que el monto de la licitación debería destinarse a mejorar los servicios de la institución, en lugar de a gastos externos.
Brizuela también destacó que el ISJ cuenta con 193.000 afiliados, pero solo 108.000 contribuyentes, lo que lo convierte en “una caja recaudadora”. Según él, la falta de un acuerdo paritario que impacte directamente sobre el ISJ ha llevado a una insuficiencia de fondos, poniendo en riesgo la estabilidad de la obra social. “Si no hay solvencia, la obra social estaría en bancarrota”, afirmó Brizuela, demandando mayor transparencia en la gestión de los fondos.
Por su parte, Sebastián López, secretario general del Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (SEOM), manifestó su preocupación por la situación y cuestionó la decisión de tercerizar los servicios de seguridad. López indicó que, debido al elevado monto de la licitación, se ha propuesto un convenio con la Policía, ya que el costo sería significativamente menor. Además, señaló que para el servicio de limpieza se contratará una empresa privada, subrayando el impacto negativo que la falta de transparencia y la gestión ineficaz están teniendo sobre la obra social.
La cancelación de la licitación refleja una tensión creciente entre la administración del ISJ y los sindicatos, quienes exigen una revisión profunda de la gestión financiera y administrativa de la obra social. El futuro del ISJ y su capacidad para brindar servicios adecuados a sus afiliados dependerá de las próximas decisiones y acciones tomadas para abordar las preocupaciones planteadas por los trabajadores y sus representantes. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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