
Municipales
Como suele ocurrir en más de un partido político -y el radicalismo no es la excepción- se agita la respiración y se sube la temperatura en la proximidad de las internas y, sobre todo, para el cierre de listas para definir al futuro presidente del comité provincia para suceder al senador nacional Maximiliano Abad.
Desde el entorno del legislador Maximiliano Abad -a quien recriminan su extrema cercanía con los libertarios de Javier Milei y Patricia Bullrich-, hay una fuerte apuesta a que se pueda acordar lista única, aunque desde la oposición -que alberga a Evolución, los hermanos Facundo y Gastón Manes, el casellismo y el storanismo- entienden que no están dadas las condiciones y, esta vez, no sólo por una cuestión de cargos, sino de posturas ideológicas.
El debate, de acuerdo a lo confiado por un dirigente a REALPOLITIK, daría para abrir tres grandes ejes de discusión sobre el rumbo que debe adoptar el radicalismo bonaerense: furgón de cola de La Libertad Avanza, furgón de cola a medida de las apetencias de Axel Kicillof, una apertura hacia la equidistancia para superar la grieta con una impronta socialdemócrata.
En la primer postura, como se dijo, estaría encolumnado y jugado a pleno el oficialismo partidario de Abad, Daniel Salvador y Carlos Fernández, mientras que las últimas dos opciones ensayan una melodía pegadiza en las cabezas de Martín Lousteau (Evolución), los hermanos Manes, el casellismo o “vergencia” y la Corriente de Opinión (storanismo).
Desde la oposición partidaria le reprochan a los seguidores de Abad que la cercanía con el discurso de la Casa Rosada es muy excesiva y se teme algo peor y es la incorporación de candidatos a una lista en común con libertarios y el Pro, si el delfín de Abad, el ex intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, gana la interna.
Reprochan desde el armado alternativo a Abad que la conducción partidaria nunca toma como primera opción una crítica furtiva a la presidencia de Javier Milei ante un escenario con 60 por ciento de pobreza, 20 por ciento de indigencia y una desocupación que abraza con frenesí los dos dígitos.
En este contexto de un cronograma con ciertas urgencias -el cierre de listas opera el 6 de setiembre- la oposición tiene más segura su postura, pero está aún definiendo candidato para enfrentar a Fernández.
Hubo un sondeo por Gastón Manes, actual titular de la convención nacional, que fue descartado por éste y por su hermano el diputado nacional, Facundo. Analizaron ambos y en la mesa chica con las demás corrientes que sería una exposición riesgosa ante una incertidumbre total en cuanto a la victoria. Esto arruinaría para siempre la proyección del neurocientífico hacia su reelección inmediata y hacia sus sueños presidenciales, que nunca abandonó.
No pocos dirigentes y militantes pensaron en el ex diputado nacional, Federico Storani, quien mantiene una vigencia importante debido a su permanente presencia mediática. Pero es algo que estaría muy lejos de ocurrir, dado que éste, -junto con Casella- ha resuelto quedar como referentes de una doctrina histórica radical y para nada ambiciona cargos ejecutivos o legislativos, ni menos partidarios. Su último rol en este aspecto fue la vicepresidencia del comité nacional, que decidió no renovar hace ya unos años.
De repente se desempolvó de algún baúl el proyecto de lanzamiento del actual diputado provincial y rector de la Universidad de Almirante Brown, Pablo Domenichini, quien es el referente más visible de Evolución en territorio bonaerense.
Domenichini, ex secretario del comité provincia durante la presidencia de Daniel Salvador, se vería fortalecido por el impulso de sus máximos referentes nacionales, Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti y, al menos, el silencio de su rival personal, la diputada nacional Danya Tavella, con quien mantuvo fuertes diferencias, al punto de que se habló de “dos evoluciones” en el entramado chico de esta corriente. Allí siempre asoman como para cargar alguna leña más al fuego, el diputado nacional Martín Tetaz y Bernardo “Oso” Weber, referente de alta inserción en la juventud partidaria y ex presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA).
Aún así, con el impulso nacional y el silencio de rivales de territorio chico, Domenichini se estaría probando el traje de candidato e incluso podría cobrar un bonus extra. Mucho se habló en los pasillos legislativos de que Domenichini, junto con su decisión de postularse a la carrera partidaria, podría mudarse en la Legislatura hacia el bloque que comanda Claudio Frangul, quien hasta podría cederle la presidencia para fortalecerlo aún más en su proyección por la disputa del poder partidario. La mudanza de Domenichini se haría con otro diputado correligionario, cuyo nombre no trascendió. De esta manera, la bancada de los “Rebelde Way” de Frangul tendría más legisladores que los comandados por el marplatense y abadista, Diego Garciarena. Un dato aparte es determinar qué legislador radical aparecería como interlocutor válido frente al oficialismo en la cámara y frente al gobernador Axel Kicillof.
Si todo esto se confirma, quedarían entonces cara a cara un jefe de bloque legislativo frente a un ex intendente en la carrera hacia el comité provincia.
Posiblemente las definiciones queden realmente confirmadas y blanqueadas en las próximas horas, pero este parece ser el cuadro de situación mediante el cual, y según ambos sectores, se disputa no sólo un cargo, sino una postura política que podría definir el rumbo del radicalismo de cara a las elecciones. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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