CABA: “Por el cambio del Código Urbanístico van a volver las torres y el colapso de los barrios”

"La discusión sobre cómo se planifican las ciudades es fundamental para el cotidiano de quienes habitamos las ciudades y en el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en particular tiene algunas herramientas de planificación que son en primer lugar el plan urbano ambiental que se encuentra desactualizado por lo menos en 25 años", comenzó María Eva Koutsovitis.

Asimismo, la especialista explicó que "hablamos de una herramienta clave para planificar la ciudad y otra normativa clave es el Código Ambiental que tendría que haberse sancionado, de acuerdo a nuestra constitución, hace casi treinta años y que estuvo en la justicia para ordenar que se sancione, pero todavía la Legislatura porteña no le da sanción". "Por último, aparece como una herramienta clave de planificación el Código Urbanístico que establece qué se va a construir, cuánto se va a construir, qué tipo de construcción pueden desarrollarse", completó.

Seguidamente, indicó que "en el año 2018 el Pro, sin ninguna instancia real de participación ciudadana y además en soledad en la Legislatura Porteña, sancionó el código que habilitó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la sobre construcción de entre el 300 y 700 por ciento según las distintas zonas". "En realidad, ese Código Urbanístico fue diseñado por las grandes desarrolladoras inmobiliarias a instancias de ellas y para su propio beneficio donde tuvo que intervenir la Justicia para decirle al gobierno local que no sólo querían que las grandes desarrolladoras e inmobiliarias definan la herramienta de planificación para el conjunto de la ciudadanía, sino que se tenía que dar alguna instancia de participación para que quienes habitan la ciudad se expresen respecto de cómo querían habitarla", criticó Koutsovitis.

Desde este aspecto, sostuvo: "Esto es obvio, si además tenemos en cuenta que en la Ciudad nuestro sistema de gobierno es precisamente la democracia participativa y ya en ese entonces la ciudadanía organizada rechazó ese código hecho a la medida de las grandes desarrolladoras inmobiliarias". "Lo que termina sucediendo con esto es que los barrios de casas bajas sobre todo se encontraron en emergencia urbanística y las viviendas aledañas a las megas construcciones también terminaron destruidas y deterioradas, haciendo que colapsen los barrios porque no se acompañó con la infraestructura de servicios necesaria", concluyó la entrevistada. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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