Sábado 08.02.2025 | Whatsapp: (221) 5710138
28 de agosto de 2024 | Pastillas de Colores

Combate histórico

Ringo y Goyo en Montevideo: A 55 años de la poco conocida revancha final entre los dos ídolos

Lejos del Luna Park donde habían protagonizado en septiembre de 1965 una de las peleas más memorables del boxeo argentino, Bonavena y Peralta volvieron a verse en la capital uruguaya para un empate en las tarjetas. El curioso motivo que empujó a realizar el combate.

facebook sharing button Compartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing button Compartir
telegram sharing button Compartir
print sharing button Impresión
gmail sharing button Correo electrónico

por:
Juan Provéndola

En agosto de 1969, casi cuatro años después de protagonizar una de las épicas más memorables de la historia del boxeo argentino, Oscar Natalio Bonavena y Gregorio Peralta volvieron a enfrentarse en una pelea menos promocionado que aquella que dirimió el título de los pesos pesados en el Luna Park. Y acabó en un empate que nadie recordará por sus vicisitudes pugilísticas. Pero sí por todo el contexto y lo que significaban esos guantes sobre un ring.

La cita fue en el Cilindro de Montevideo y todas las versiones indican que el combate se realizó a propuesta de Peralta, quien necesitaba dinero. Algunos dicen que por un pedido de remate que recayó en su vivienda. Otros, en cambio, porque quería financiarse un viaje a Madrid para estar con Perón, entonces en el exilio, hasta su regreso. 

En efecto, Goyo era un ferviente simpatizante del peronismo en tiempos de proscripción. Todo lo contrario a Ringo, quien pese a venir de un hogar del ascenso social no escatimaba en revelarse gorila. Esas narrativas contribuyeron a alimentar la antinomia en la previa del Luna, adonde Peralta arribó como el humilde sanjuanino de la clase obrera frente a la insolencia despectiva de Bonavena, quien además lo descalificaba en entrevistas. Al final, cuando las tarjetas ya habían dado su veredicto y los dos compartían las duchas del Luna Park, Ringo le pidió disculpas entre lágrimas. Comenzaba la explosión para uno y el ocaso para el otro.

Cuatro años después, Bonavena iba camino a enfrentar a Alí y Peralta ya no había vuelto a competir por título alguno. Quedaban atrás las dos peleas ante el campeón mundial Willie Pastrano, una victoria pero sin la corona en juego y la derrota oficial envuelta en polémicas. También las preliminares en el Madison Square Garden de Nueva York ante Wayne Thornton. Goyo fue a proponérselo personalmente al Hotel Alvear, donde Thornton vivía. El combate se pactó para el 8 de agosto de 1969 en el Cilindro Municipal de Montevideo. Y acabó en un empate que nadie recuerda.   

Después de la pelea en Montevideo, Peralta se mudó a Madrid, desde donde desplegó un gran tramo final de su carrera con 21 peleas en Europa, 19 de ellas victorias, un empate y una sola derrota. Pero su deseo principal era estar cerca de Puerta de Hierro. El mito dice que Goyo llegó a ser custodio de Perón y que José López Rega lo bajó del vuelo del retorno de noviembre de 1972 "por hablar mucho de Evita". 

Por eso siguió peleando allá. Su última pelea fue en Frankfurt, el 11 de septiembre de 1973. Cuando pudo volver a Argentina, Perón ya había muerto. Dos años después, Bonavena es asesinado en Reno, Estados Unidos. Goyo había nacido en San Juan, se crió en Azul y habitó Buenos Aires, aunque a principios de los 90' se mudó en Rosario, donde murió en 2001, a los 66 años. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!