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El caso resalta la creciente preocupación sobre la conducta ética de los servidores públicos.
El pasado domingo, Guillermo Kraisman, de 60 años y director general de promoción de clubes sociales y deportivos, fue arrestado tras un intento de hurto en el supermercado Mariano Max de Vélez Sarsfield al 4.000, en barrio Irupé. Kraisman fue sorprendido por efectivos policiales mientras intentaba salir del establecimiento sin pagar varios productos de almacén, incluyendo un pack de bondiola, otro de jamón crudo, un pote de mermelada y un frasco de cerezas.
Según fuentes policiales, el dirigente peronista reaccionó de manera violenta al momento de su detención, arrojando uno de los productos a los agentes. Fue trasladado junto con la mercadería incautada a la sede policial y quedó a disposición de la Justicia.
Kraisman, quien también arrastra un historial de antecedentes penales que incluyen lesiones leves, amenazas, robo de energía eléctrica en el Club Avellaneda, e intento de soborno, se enfrenta a nuevas implicaciones legales. La noticia de su detención ha generado un fuerte impacto, llevando a la Municipalidad a tomar medidas inmediatas.
Desde la Municipalidad confirmaron que Kraisman ocupaba el cargo de director de Asuntos Comunitarios en la Secretaría de Deportes, liderada por Héctor “Pichi” Campana. Sin embargo, tras el incidente, el intendente Daniel Passerini decidió desvincularlo de su puesto.
“Desde la Municipalidad no se va a tolerar ningún tipo de conductas como esta”, afirmaron fuentes oficiales, marcando un contundente rechazo hacia el comportamiento del ahora exfuncionario. El caso resalta la creciente preocupación sobre la conducta ética de los servidores públicos y el impacto de sus acciones en la confianza de la ciudadanía. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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