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9 de septiembre de 2024 | Provincia

OPNyA

La gestión de Kicillof sigue sumando denuncias por aprietes y maltratos

El Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia (OPNyA), que opera bajo la órbita del ministro Andrés Larroque, sigue siendo motivo de preocupación. A las constantes fugas se suman una serie de graves irregularidades que parecen pasar completamente desapercibidas para el ejecutivo bonaerense.

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Tras el último artículo publicado por este medio, donde se expusieron numerosas irregularidades en los centros de contención a cargo del director provincial Claudio “Momia” Otero, se desató una “caza de brujas” en varios dispositivos. El objetivo fue intimidar y presionar al personal para identificar a los responsables de filtrar información a la prensa. Sin embargo, el efecto fue el contrario: en menos de veinticuatro horas, llegó a la redacción de REALPOLITIK una avalancha de denuncias por parte del personal de los diferentes centros que conduce Otero, siendo el de contención de Almirante Brown uno de los más señalados.


El director provincial, Claudio “Momia” Otero.

Uno de los datos más preocupantes, en el que coinciden varias fuentes, es el presunto desvío de fondos asignados al personal policial que custodia el exterior del dispositivo. Se destina una suma diaria de 88 mil pesos por efectivo policial, pero, aunque oficialmente figuran entre tres y cuatro policías asignados por día, en realidad solo uno se presenta. Esto implicaría un desvío de entre 176 mil y 264 mil diarios, que presuntamente se repartirían entre los directivos y sus superiores.


Algunas de las denuncias contra Alejandra Brunetti y Alejandra Villagra.

Además, varios empleados afirman haber sido presionados para "prestar sus legajos", permitiendo que se depositen montos en concepto de horas extras, dinero que luego deben devolver en efectivo para no dejar rastros. Algunos incluso aseguran haber sido acompañados por directivos al banco para retirar el dinero. Hartos de esta situación y de la violencia laboral a la que están sometidos, muchos trabajadores están dispuestos a presentar sus denuncias ante la Justicia y las autoridades superiores, pero evitando el canal jerárquico inmediato, ya que acusan a Otero de estar al tanto y de "cajonear" los reclamos. También señalan que defiende a las directivas Alejandra Brunetti y Alejandra Villagra.

Comprobar esta malversación sería tan sencillo como cotejar los datos del personal presente en cada guardia con los montos liquidados en los legajos correspondientes. La diferencia entre ambos indicaría el dinero que regresa a los directivos, perpetuando un esquema con tufillo a corrupción. Esta situación induce maltratos hacia aquellos que no participan del ilícito, y beneficios -como reducción de horarios o tolerancia en la supervisión- para los cómplices.


Algunas de las denuncias contra Alejandra Brunetti y Alejandra Villagra.

El nivel de impunidad ha llevado a que algunos empleados estén bajo tratamiento psiquiátrico, mientras que otros han sido trasladados o falsamente acusados de robar mercadería. Testigos de estas situaciones niegan categóricamente las acusaciones, pero aquellos que se resisten a las prácticas corruptas son objeto de abusos y maltratos.

En cuanto al manejo de los menores alojados, la situación es igual de preocupante. Muchos jóvenes asisten a colegios nocturnos y regresan al centro en la madrugada en condiciones alteradas, posiblemente bajo los efectos de drogas o alcohol. Las fugas no son noticia, ya que se trata de un régimen semiabierto en el que los menores pueden salir sin grandes dificultades.

Asimismo, se ha denunciado que se otorgan "permisos de salida irregulares" sin autorización judicial. Un caso emblemático es el de EP, un joven a quien la subdirectora y su esposo, ambos empleados del centro, llevan a su casa para realizar trabajos de albañilería constituyendo un claro abuso de poder.


Algunas de las denuncias contra Alejandra Brunetti y Alejandra Villagra.

Por último, la falta de un equipo técnico adecuado es otra irregularidad constante. El personal calificado ha sido desplazado, maltratado u hostigado hasta que, afectado por estas condiciones, ha solicitado cambios de destino o se ha alejado por razones de salud.

Actualmente, más de una docena de trabajadores están dispuestos a ratificar estas denuncias ante la Justicia y las autoridades superiores, incluyendo a una empleada que ha estado en el centro desde su inauguración y asegura estar frente a la peor gestión en la historia de la institución. La realidad indica que estas situaciones no son excepcionales de estos centros, sino que se reportan enormes similitudes en otras dependencias, como en la de Malvinas Argentinas, donde el equipo técnico directamente no existe. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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