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11 de septiembre de 2024 | Internacionales

Un reclamo histórico

Guayana Esequiba y la batalla territorial de Venezuela

La influencia británica en el conflicto por la Guayana Esequiba entre Venezuela y Guyana es histórica. Guyana, antiguamente conocida como la Guayana Británica, ha heredado una relación colonial que la posiciona como explotadora de una de las regiones más ricas de Venezuela.

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por:
Anderson N. Riverol

A lo largo de los últimos años, Guyana ha otorgado concesiones a empresas extranjeras para extraer recursos del Esequibo, lo que Venezuela considera un saqueo de su territorio. Esta situación ha generado tensiones regionales, exacerbadas por el contexto económico y geopolítico de los últimos años.

El conflicto por la región del Esequibo tiene raíces profundas. Venezuela reclama alrededor de 160 mil kilómetros cuadrados, que representan más de dos tercios del territorio actual de Guyana. Esta disputa se remonta al laudo arbitral de 1899, un fallo que Venezuela siempre ha considerado injusto y viciado, ya que favoreció al Reino Unido y despojó a Venezuela de su derecho legítimo sobre la región. Este arbitraje internacional es percibido en Venezuela como el resultado de un proceso manipulado, donde las reclamaciones venezolanas no fueron debidamente consideradas.

Hoy, la importancia de esta disputa ha crecido debido a la riqueza de recursos minerales y petroleros en la zona. Esto ha atraído la atención no solo de los dos países involucrados, sino también de potencias extranjeras que tienen interés en los recursos del Esequibo. Además de minerales y petróleo, la zona también contiene grandes reservas de oro y otros recursos naturales que han atraído la mirada de posibles inversiones extranjeras.

El conflicto territorial entre Venezuela y la Guayana Británica (hoy Guyana) comenzó en el siglo XIX. El Reino Unido, buscando expandir su influencia en la región, incluyó el Esequibo en sus mapas en 1840, lo que desencadenó un conflicto con Venezuela. Según el principio del uti possidetis juris, las nuevas repúblicas latinoamericanas heredaban las fronteras de las colonias españolas. De acuerdo con este principio, Venezuela siempre ha sostenido que el Esequibo le pertenece.

Para intentar resolver esta disputa, en 1899 se convocó un arbitraje internacional. Sin embargo, desde el inicio, Venezuela cuestionó la imparcialidad del proceso, ya que consideraba que el Reino Unido ejercía una influencia desproporcionada sobre el tribunal. Según Venezuela, las negociaciones secretas entre los árbitros británicos y el árbitro neutral ruso, Fiódor de Martens, garantizaron un fallo favorable a Gran Bretaña.

En la actualidad, Guyana, que se independizó en 1966, considera el Laudo Arbitral de 1899 como un acuerdo válido y vinculante. Desde su perspectiva, el territorio del Esequibo ha sido reconocido internacionalmente como parte de su soberanía, y cualquier intento de Venezuela de reabrir el caso es visto como una amenaza a su integridad territorial. Guyana sostiene que aceptar la reapertura del caso podría sentar un peligroso precedente para otros conflictos territoriales en el mundo.

Guyana ha encontrado apoyo internacional en tres frentes principales:

1.- La Comunidad del Caribe (CARICOM): Guyana ha recibido respaldo de sus vecinos caribeños, quienes han defendido su soberanía sobre el Esequibo y han rechazado los reclamos de Venezuela. Este apoyo ha sido crucial para legitimar la postura de Guyana en la arena internacional, dándole una voz fuerte en los foros diplomáticos.

2.- Reino Unido: Aunque ya no tiene un rol activo en el conflicto, el Reino Unido sigue apoyando la posición de Guyana. Las relaciones bilaterales entre ambos países han permanecido fuertes desde la independencia de Guyana. La continuidad de estos lazos refleja un respaldo tácito a la soberanía de Guyana sobre el Esequibo, consolidado en acuerdos internacionales previos.

3.- Estados Unidos: En los últimos años, Estados Unidos ha mostrado un interés considerable en Guyana debido a los descubrimientos petroleros en la región del Esequibo. La empresa ExxonMobil ha realizado inversiones importantes en la zona, lo que ha fortalecido la relación entre Estados Unidos y Guyana. Este respaldo norteamericano ha sido interpretado por algunos como una señal de la importancia estratégica de Guyana para Washington, particularmente en el contexto de la competencia geopolítica en la región.

Aunque Venezuela insiste en que la disputa debe resolverse a través del Acuerdo de Ginebra de 1966, en 2018 Guyana llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). En 2020, la CIJ se declaró competente para tratar el caso, lo que Venezuela considera una violación del acuerdo, ya que sostiene que el conflicto debe resolverse de manera bilateral y sin la intervención de terceros. Para Venezuela, este proceso es una muestra más de la influencia de potencias extranjeras en favor de Guyana, lo que complica una resolución justa del conflicto.

El abogado y exministro Allan Brewer-Carías ha señalado que "el laudo arbitral de 1899, que despojó a Venezuela de su territorio legítimo en el Esequibo, fue producto de un fraude internacional orquestado por intereses coloniales británicos y, por tanto, su nulidad es indiscutible desde el punto de vista del derecho internacional". Por su parte, el embajador retirado Sadio Garavini di Turno afirma que "Venezuela tiene argumentos para demostrar que el laudo arbitral de 1899 fue injusto, producto de un acuerdo político entre el presidente ruso del tribunal y los dos miembros británicos". Estas voces expertas coinciden en que la defensa del territorio venezolano debe ser abordada con una estrategia sólida y coordinada en los foros internacionales.

Además, la postura venezolana frente al Esequibo adquirió un tono más enfático durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Chávez, conocido por su discurso antiimperialista, revitalizó el reclamo histórico del Esequibo como una cuestión de soberanía. A pesar de su fuerte retórica, Chávez mantuvo una política de acercamiento diplomático hacia Guyana, promoviendo la cooperación en otros ámbitos, mientras reiteraba que el conflicto debía resolverse conforme al acuerdo de Ginebra de 1966. Sin embargo, esto no tuvo un gran impacto para el país. Bajo el gobierno de Maduro, la situación se ha vuelto más tensa, especialmente después del descubrimiento de importantes reservas de petróleo en la región del Esequibo. Maduro ha endurecido su postura, curiosamente en momentos en los que este conflicto podría generar réditos políticos, y ha buscado apoyo internacional para contrarrestar la influencia de factores extranjeros, sin tener mucho éxito en esta misión. La actuación de ambos demuestra que, aunque la reivindicación del Esequibo sigue siendo un tema relevante para la política exterior venezolana, las estrategias de Chávez y Maduro han variado en su ejecución, pero lamentablemente no en sus resultados.

El conflicto por el Esequibo sigue siendo un desafío importante para Venezuela. A pesar de las iniciativas diplomáticas y jurídicas, Guyana continúa extrayendo recursos de la región con el respaldo de potencias extranjeras. Venezuela debe fortalecer su estrategia diplomática y legal para reafirmar su soberanía sobre el territorio, trabajando activamente en los foros internacionales para defender sus derechos históricos. La reciente aprobación del estado Guayana Esequiba podría ser un paso en esta dirección, pero Venezuela necesitará un enfoque más integral y contundente para asegurar una resolución justa de esta larga disputa. Además, la capacidad de Venezuela para recuperar el Esequibo dependerá de su habilidad para formar alianzas internacionales estratégicas que contrarresten el apoyo recibido por Guyana. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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