La crueldad de Milei no tiene límites

Para sumar un grado más de cinismo, en el almuerzo será servido un asado, mientras se dio a conocer que el 80 por ciento de la población dejó de comer el corte típico de carne argentina para poder llegar a fin de mes.

Desde que puso un pie en Casa Rosada, las decisiones de Javier Milei significan de manera constante un brutal ajuste día a día sobre la población argentina. Un gobierno que les permite a los empresarios manejarse en el mercado a “a gusto y piaccere”, pero que lleva adelante medidas que promueven hambre y tristeza en su pueblo.

A fuerza de negociaciones con la casta política, esta vez con la complicidad de diputados del radicalismo, La Libertad Avanza festejó el apoyo al veto a la ley de la Reforma Jubilatoria. Para lograrlo, el presidente llevó adelante maniobras de politiquería barata, que son increíbles, o dicho en criollo “intercambio voluntades por votos”. El caso más resonante es el del entrerriano Pedro Galimberti, quien renunció a su banca para que su lugar lo ocupe Nancy Ballejos, del Pro. A cambio asumirá en la comisión que administra la represa de Salto Grande en su provincia. De esta manera, Galimberti deja su sueldo millonario para comenzar a cobrar ni más ni menos que en dólares.

Una vez aprobado el veto, en las inmediaciones del Congreso, la policía de Patricia Bullrich y Milei reprimió sin escrúpulos a los manifestantes, agrediendo a jubilados y hasta a menores, como el caso de una niña de diez años, situación en la que el gobierno llevó adelante una burda opereta difundiendo un video para hacer creer que la niña había atacada por una supuesta infiltrada. Sin embargo, el intento duro poco, ya que otros canales difundieron el video real, donde quedaba bien claro el ataque del representante de la fuerza pública a la menor.

Lo cierto es que, es una decisión sin escrúpulos, Javier Milei recibirá el próximo martes a los 87 diputados que apoyaron el aumento a los jubilados en la Quinta de Olivos, y los agasajará con un asado al mejor estilo criollo. Es decir, la casta política, a la cual el presidente les permite aumentarse el sueldo, comerá el típico corte argentino, mientras se dio a conocer que el 80 por ciento de los argentinos se vio obligado a dejarlo fuera de su dieta para poder llegar a fin de mes. Para poder tomar real dimensión se debe tener en cuenta que el 2024 viene siendo el año de mayor baja de consumo de carne desde 1920. También se debe tener en cuenta que el almuerzo será dos días después de que el presidente utilice la cadena nacional para dar a conocer el presupuesto del año 2025 y, seguramente, utilizará el tiempo para negociar los votos como lo hizo para lograr el veto de forma tan payasesca.

Así en Argentina, mientras hay niños que se saltean la cena, los jubilados cobran miseria, la industria tiene una capacidad ociosa récord y el consumo cae mes a mes, Milei demuestra que su crueldad avanza y se muestra dispuesto a todo para llevarla adelante.

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