Santa Fe: Controversial ascenso de Pueyrredón y Haurigot

En un escándalo que pone en tela de juicio la integridad del sistema judicial provincial, la historia de Horacio Pueyrredon y Valeria Haurigot revela cómo dos postulantes a jueces lograron ascender a la nueva cámara de ejecución penal y carcelaria, a pesar de haber reprobado los exámenes preliminares.

El proceso comenzó el 4 de enero de este año, cuando el Gobierno Provincial abrió un concurso para ocupar tres vacantes en la flamante Cámara de Apelaciones de Ejecución Penal. De los 53 postulantes que se inscribieron, once fueron rechazados por no cumplir con los requisitos establecidos. Sin embargo, tanto Pueyrredon como Haurigot fueron inicialmente bochados y no debieron avanzar a la instancia oral.

Ambos, junto a Susana Luna, jueza penal de Santa Fe, decidieron apelar la decisión del jurado. En un giro inesperado, el gobernador Pujaro y el ministro de Seguridad y Justicia, Gustavo Coccoccioni, aceptaron la apelación y, mediante un decreto, los reubican en la lista de aprobados, permitiéndoles continuar en el proceso.

Coccoccioni, al justificar la decisión, enfatizó que no se debería atender al orden de mérito tradicional, sino a quién tenía el perfil adecuado para el cargo. Este enfoque generó preocupación, ya que el ministro hizo hincapié en la alineación de los postulantes con las políticas gubernamentales de control de instituciones carcelarias.

Críticos del proceso sostienen que un juez no debe estar condicionado por la política del gobierno provincial. La independencia judicial es fundamental para garantizar que las acciones del Ejecutivo en las instituciones penitenciarias sean legales y justas. Sin embargo, el ministro Coccoccioni defendió que Pueyrredon y Haurigot cumplen con el perfil requerido por la gestión actual.

El ascenso de estos dos jueces, que fueron beneficiados por un decreto ejecutivo tras ser considerados reprobados, plantea serias dudas sobre la transparencia y la meritocracia en la selección judicial. La situación ha encendido el debate sobre la integridad del sistema judicial en Santa Fe y ha dejado a muchos ciudadanos cuestionando la validez de los procesos de selección de magistrados en la provincia.

La historia, que se desarrolla en un contexto de creciente desconfianza hacia las instituciones, es un llamado urgente a revisar las prácticas actuales y a priorizar la competencia y la capacidad profesional en lugar de las influencias políticas. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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