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Con una preocupante alza del hambre, la mercadería disponible no alcanza para alimentar a todas las familias que dependen de estos espacios de contención.
La creciente crisis económica en Palpalá ha desbordado a los comedores y merenderos de la ciudad, que no logran cubrir la demanda de alimentos de las personas en situación vulnerable. Con una preocupante alza del hambre, la mercadería disponible no alcanza para alimentar a todas las familias que dependen de estos espacios de contención.
Marta Sánchez, responsable del comedor “Tacitas Solidarias” en el barrio Antártida Argentina, describió el escenario actual: “Trabajamos de lunes a viernes, pero el proveedor nos da solo $80 por beneficiario, lo que ha reducido las porciones que podemos ofrecer. Sin embargo, seguimos dando la misma cantidad de comida que desde 2004". El comedor cuenta con un cupo oficial de 90 personas, pero actualmente asisten a 100, lo que los obliga a buscar alternativas como la venta de empanadas y bollos para sostener esas porciones adicionales. A pesar de estos esfuerzos, muchas personas quedan fuera del listado y en lista de espera.
La situación genera malestar entre quienes acuden a estos comedores con la esperanza de recibir ayuda, pero se enfrentan a la cruda realidad de que no hay suficiente para todos. “Hay personas que se enojan porque piensan que como es un comedor comunitario deberíamos poder dar comida a todos, pero lamentablemente no es posible”, concluyó Sánchez, reflejando la desesperación que atraviesan estos espacios solidarios. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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