
Pastillas de Colores
Como afiliado a la histórica Unión Cívica Radica desde antes de las elecciones de 1983, me siento orgulloso de ser postulado candidato a secretario General del comité de la sección primera por la lista 123 Unidad Radical.
Después de cuatro décadas de compromiso y dedicación, es hora de asumir un rol más activo en la política con la "valija" llena de experiencias personales y profesionales y el "ojo" entrenado luego de haber sido testigo y hasta protagonista de la historia.
Viví momentos cruciales de esta dolorosa historia argentina, incluyendo la felicidad de la recuperación de la democracia en 1983, liderada por Raúl Alfonsín. Esa experiencia me enseñó la importancia de defender ideales y valores hijos de la ética, la moral, la solidaridad y la verdad.
Hoy, siento que el partido está en peligro, infiltrado por intereses contrapuestos: un grupo busca beneficiar a la ultraderecha y otro a CFK y su séquito. Es que la UCR es la última barrera contra la autocracia, y debemos protegerla, porque es un objetivo a colonizar y luego destruir. Su estructura es una amenaza para los enemigos declarados a la que hay que dominar.
No podemos permitir que otros partidos la fagocite y desaparezca entre las entrañas de mesiánicos y codiciosos. Para impedirlo, el espíritu de la UCR pide a gritos desesperados la urgente participación de sus afiliados.
Nuestra lista 123 Unidad Radical representa la esperanza de renovación y compromiso con los principios radicales. Y estoy orgulloso de compartir este desafío con Facundo Marroco, Micaela Santos ambos candidatos a encabezar el comité de la primera en la Casa Ricardo Balbín, y a Fernando Gando y Bárbara Drake para la presidencia y vice de la junta central de la UCR de La Plata.
Tenemos hoy el deber de lograr que afiliados y dirigentes hagamos la diferencia. La Unión Cívica Radical está en una encrucijada, donde solo los afiliados con el voto podrán barrer con la escoba soberana y justa la hipocresía y la deshonestidad ideológica.
En un momento crítico para la democracia argentina, la Unión Cívica Radical se enfrenta a un desafío fundamental: defender sus ideales y valores frente a la ambición personal y la infiltración de intereses espurios. Si la UCR está en peligro entonces la Argentina que queremos, o sea un país para todos, también está en peligro. La justicia, la igualdad y los verdaderos derechos humanos, valores fundamentales de nuestra democracia, están siendo amenazados.
Recordemos nuevamente: la Unión Cívica Radical, partido de la democracia y la justicia social, es la última barrera contra la autocracia y las ambiciones personales, y por eso la quieren dominar endulzando los oidos de los afiliados para luego borrarla del mapa político argentino.
Es hora de unirnos para iniciar un cambio ahora mismo, para defender nuestra historia y nuestros valores y llevar al partido guiado por verdaderos radicales a ganar elecciones nacionales con nuestra legendaria lista 3. Preferimos ir solos que mal acompañados.
Desde hace más de un siglo la unidad en la diversidad, la solidaridad nacional y la democracia participativa son los pilares que nos sostienen. No desaparecerenos de la historia sin dar batalla a la casta que dice combatir a la casta y a los más grandes corruptos que el país parece haber ya naturalizado.
Tengamos siempre presente como brújula el ejemplo de don Arturo Illia y don Raúl Alfonsín que empapados de humildad y austeridad fueron los grandes estadistas del siglo XX.
(*) Roberto Anselmino es candidato a secretario General del comité de la sección primera por la lista 123 Unidad Radical de La Plata.
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