Vélez se aleja en la punta con una propuesta que refresca al fútbol argentino

Vélez Sarsfield da la nota en el fútbol argentino con una campaña incontrastable en la Liga Profesional 2024, el torneo local más importante del año: pasadas 15 de las 27 fechas, el Fortín tomó una ventaja de seis puntos respecto a los tres escoltas y empieza a despegarse del nutrido lote de candidatos que hasta entonces disputaban la punta. Lo hizo tras ganarle 2-0 a Estudiantes en Liniers, reducto donde lleva 13 partidos sin perder y el lunes por la noche sumó su novena victoria en los últimos diez partidos.

Después del subcampeonato en la Copa de la Liga 24, Vélez mantuvo la base dirigida en aquel entonces por Gustavo Quinteros; una apuesta del club de Liniers por el DT argentino que había salido campeón en Bolivia, Ecuador y Chile. Así, continuaron sus principales figuras, entre ellas los delanteros Braian Romero y Franco Pizzini, también el volante Claudio Aquino y dos sub20 de la propia cantera: Thiago Fernández y Christian Ordoñez.

Pero, tras aquella final perdida en Santiago del Estero por penales con Estudiantes en mayo pasado, el Fortín tuvo un inicio desparejo en la Liga Profesional: cayó 3-1 en el debut con Gimnasia. Y, en lo sucesivo, sólo consiguió una victoria en sus primeros seis partidos. Aunque todo cambió a partir de la fecha 6: goleada 3-0 en Liniers a Talleres, que peleaba el torneo y venía dulce tras una buena primera fase en la Libertadores. Ahí comenzó esa racha aún vigente, que ya acumula 9 victorias en 10 partidos y un invicto como local de 13 encuentros.

Cada vez que ganó Vélez en el torneo, además, lo hizo sin recibir goles. El arco defendido por el mendocino Tomás Marchiori (héroe en la Copa de la Liga, especialmente por sus penales atajados en la definición de semifinales) lleva ya cuatro partidos sin encajar anotaciones. 

El triunfo de este lunes ante Estudiantes —su verdugo en aquella final de Santiago— fue toda una prueba de carácter para un equipo que venía de ganar con bastante comodidad (4-0 a Independiente Rivadavia, 5-0 a Barracas, antes 3-0 a Defensa y Justicia), pero ahora debió trabajar más: aunque en rigor de verdad siempre mereció estar arriba, los dos goles los consiguió, concretamente, por errores de Luciano Lollo que capitalizó Braian Romero, máximo artillero del torneo, 9 tantos en 15 partidos. La falta de eficacia se suplió con astucia ante las oportunidades.

A los 11 minutos del primer tiempo, Romero aprovechó un pase riesgoso de Lollo para Matías Mansilla en el área y asfixió al portero de Estudiantes prácticamente debajo del arco. Mientras que a los 40 del segundo tiempo, Franco Pizzini capturó una mala entrega del defensor pincha y asistió al goleador de la Liga Profesional, quien definió de primera ante el arquero. Así se definió el marcador final, 2-0 para un Vélez que suma 33 puntos y estira a 6 su ventaja con los escoltas: Huracán, Talleres de Córdoba y Unión de Santa Fe. 

En el medio de todo ese tiempo, Estudiantes dispuso de algún peligro que lo hizo ilusionar con el empate. Incluso cuando Vélez era notablemente superior: en esos 80 minutos entre el primero gol y el segundo, el Fortín arremetió con todo su elenco ofensivo y tuvo chances de las más variadas entre intentos del canterano Thiago Fernández, un bello taco de Pizzini al palo y dos tiros libres de Claudio Aquino, orfebre de éste fútbol velezano que gana y seduce.  

El triunfo hizo justicia al partido y también al momento de Vélez, quien reoxigena un fútbol argentino por lo general aburrido y predecible con su propuesta modesta en lo presupuestario pero muy galvanizada en lo deportivo-institucional: el Fortín no carga con las presiones populares y comerciales de Boca o River, y sin embargo se da el gusto de ponerse al frente del torneo local más importante con una experiencia propia, de la casa, sin los encandiles centrales del fútbol-businnes. (www.REALPOLITIK.com.ar)

¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS