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Este jueves se conoció el índice de pobreza para el primer semestre del gobierno de Javier Milei. Tal como se esperaba, se confirmó un fuerte aumento que alcanzó al 52,9 por ciento de la población, aunque inmediatamente se generó un debate respecto de cómo debería ser evaluado, si como una suba o como una reducción.
Del lado de quienes ensayan una mirada crítica a partir del dato concreto de un aumento de más de 11 puntos de la pobreza respecto de los números que dejó la administración de Alberto Fernández, la alta inflación de los primeros meses de gobierno y la recesión que provocaron las medidas implementadas para combatirla habrían provocado una caída real de los ingresos y del empleo de magnitud.
Sin embargo, el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, del ministerio de Capital Humano, sostiene en un comunicado la tesis inversa: “Si bien el dato de pobreza para el primer semestre de 2024 publicado por el INDEC arroja un índice del 52,9 por ciento de la población, las mediciones trimestrales realizadas por el SIEMPRO, dependiente del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, indican que la pobreza tuvo su pico máximo en el primer trimestre de 2024, alcanzando el 54,8 por ciento, y comenzó a descender hasta el 51,0 en el segundo trimestre, mostrando una recuperación estimada del 3,8 por ciento. Se espera que esta tendencia continúe durante los próximos trimestres”.
Desde la perspectiva del Consejo, la reducción del 3,8 registrada en el segundo trimestre “se debe, por un lado, a la efectividad del programa económico que ha reducido drásticamente la inflación, generando condiciones para la recuperación de los salarios, que en julio de 2024 alcanzaron el nivel de noviembre de 2023”. Y sostiene que “una macroeconomía ordenada, sin inflación, es una condición necesaria para revertir el deterioro que enfrenta el país y lograr un crecimiento sostenido”.
En esa línea, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, enfatizó en su cuenta de X: “La pobreza se está desacelerando, más allá del dato”, adjuntando el siguiente gráfico en el que se muestra la reducción del indicador de pobreza, del 54,8 a 51 por ciento, y el de indigencia de 20,2 a 16 por ciento entre ambos trimestres.
El comunicado del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales explica que esta reducción es consecuencia de las políticas implementados por el ministerio de Capital Humano, que “intensificó sus esfuerzos para reforzar los programas dirigidos a la niñez y la adolescencia”. Entre las principales acciones realizadas “se destacan el fortalecimiento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el plan Mil Días. Estas medidas han permitido incrementar la cobertura de la Canasta Básica Alimentaria, pasando del 49 por ciento en diciembre de 2023 al 97,7 por ciento en la actualidad, garantizando asistencia directa y sin intermediarios para quienes más lo necesitan”.
El comunicado informa asimismo que “además, se amplió la cobertura de la Tarjeta Alimentar (TA) para incluir a adolescentes de hasta diecisiete años a partir de octubre de 2024. La pobreza en el grupo de cero a catorce años tuvo un menor aumento (-1,3 pp) respecto a otros grupos poblacionales, lo que refleja el impacto positivo de las políticas de asistencia implementadas”.
De la comunicación oficial puede confirmarse que, pese a las objeciones de sectores aliados al gobierno, no hay una “falta de gestión”, sino una activa gestión para auxiliar y contener a los más desfavorecidos, que permitió disminuir los indicadores de pobreza y de indigencia en el segundo trimestre.
De este modo, el debate queda planteado: ¿Suben o bajan esos indicadores? Si se lo compara con los recibidos del gobierno anterior, el alza es evidente. Pero, si se analiza su evolución, la tendencia parece confirmar la reducción. A esta última mirada apuesta el ministerio de Capital Humano, que parece confirmarse con el bajo nivel de conflictividad social de los sectores subalternos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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