
Internacionales
La decisión, respaldada por una resolución de más de seis páginas presentada por ediles de Juntos Somos Río Negro y Nos Une Río Negro, alega malos manejos e irregularidades en la gestión de Bezic.
El Concejo Deliberante de Allen atraviesa una fuerte tensión tras la remoción de Valeria Bezic como presidenta del cuerpo, impulsada por un grupo de concejales de la oposición. La decisión, respaldada por una resolución de más de seis páginas presentada por ediles de Juntos Somos Río Negro y Nos Une Río Negro, alega malos manejos e irregularidades en la gestión de Bezic. Si bien fue removida de la presidencia, la dirigente continuará ejerciendo como concejal.
Este conflicto ha desatado una serie de acusaciones cruzadas. Desde el bloque de la UCR, que apoyó a Bezic en su gestión inicial, se calificó la decisión como una "persecución política" y vinculó la remoción a la reciente denuncia por violencia de género que la ex presidenta del Concejo habría presentado contra el abogado del organismo. Según los concejales que respaldan a Bezic, esta remoción es parte de una estrategia de la oposición para debilitar a quienes quedaron alineados con la nueva orientación libertaria del intendente Marcelo Román, tras su salida de la UCR y afiliación a La Libertad Avanza (LLA).
Los concejales oficialistas adelantaron que impulsarán una revocatoria de los mandatos de los ediles que votaron por la remoción de Bezic. En sus declaraciones, afirmaron que quienes promovieron la medida "no están preparados para el cargo que ostentan" y que su accionar responde a un intento de desestabilizar la gestión ganadora en las urnas en abril de 2023. Además, acusaron a los ediles de recurrir a "prácticas antidemocráticas" por no respetar la voluntad del electorado.
El clima se torna aún más turbio cuando se suman las críticas al manejo de la denuncia de Bezic por violencia de género. Los concejales afines a la ex presidenta señalaron que la oposición actuó de forma contradictoria, ya que en su momento se negaron a desplazar al abogado del Concejo bajo el argumento de esperar una resolución judicial, mientras que ahora votan sin que haya una denuncia formal o fallo del Tribunal de Cuentas.
Este conflicto no solo pone en evidencia las profundas divisiones políticas dentro del Concejo, sino que también expone la fragilidad de las instituciones locales en medio de disputas de poder. Mientras tanto, la comunidad de Allen queda atrapada en una pugna que se aleja cada vez más de las verdaderas necesidades de la ciudadanía. ¿Es esta una genuina preocupación por la transparencia, o un nuevo capítulo de persecución política en tiempos de alineamientos partidarios cambiantes? (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS