CABA
La mano de Maxi Abad
Interna en UCR: Se ingresa de lleno al capítulo judicial
Las acusaciones y réplicas entre las listas que compiten por el comité provincia de la Unión Cívica Radical ya tuvieron su primer round, con puntos a favor de la lista encabezada por el ex intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández.
A pesar de todo, la cuestión está lejos de dirimirse, principalmente, tras los durísimos cuestionamientos de la lista opositora Futuro Radical por las formas en que la Junta Electoral de la Unión Cívica Radical -totalmente favorable al senador Maximiliano Abad- efectuó el recuento definitivo de los votos.
Desde Futuro Radical, que encabeza el diputado provincial Pablo Domenichini, difundieron en redes sociales que la Junta Electoral “dedujo” que debían agregarse cerca de 2 mil votos a favor de la lista 23 de Fernández, aunque no había ni por asomo un certificado o documentación similar que lo respalde.
Justamente, fue por una cifra de 2 mil votos que la lista 23 aventajó a la oposición, según los cómputos de la Junta Electoral partidaria. Es este el mismo organismo que había aceptado la impugnación del distrito de Quilmes porque había demasiada ventaja de Domenichini sobre Fernández y por registrarse allí un “cambio de tendencia”, pero ninguna irregularidad en ese recuento específico.
Golpe de efecto
Lo cierto es que la decisión de la Junta Electoral partidaria es un golpe de efecto importante a nivel periodístico, donde es la UCR la que informa “oficialmente” sobre el resultado de la compulsa para definir autoridades.
Esto fue acompañado por la constelación de medios afines a Abad que, por varias razones favorables, o por una cuestión de noticiabilidad, informan sobre algo que no es menor en esta novela de la interna y es la conclusión oficial del cuerpo partidario que debe definir quien ganó.
No obstante, en todo el entramado de acusaciones y reproches, la oposición insiste en que tiene varios argumentos para esgrimir, empezando por el relativo a un irregular recuento de votos que, si se hiciera como corresponde, le daría el triunfo a Domenichini por una diferencia de entre 254 y 500 votos.
Maxi Abad movió sus contactos en la Junta Electoral.
La Justicia define
La oposición partidaria tiene un cierto incentivo o aliento que emanó desde un fallo del juez federal Alejo Ramos Padilla, que si bien declaró “abstractos” ciertos reclamos del sector de Domenichini, también advirtió a la Junta Electoral partidaria sobre su imprudente apuro por declarar el triunfo de la lista oficialista cuando promediaba el recuento provisorio.
Este no sería un dato menor, dado que la lista Futuro estaba esperando justamente el escrutinio definitivo para cuestionarlo en sede judicial, anticipándose a lo que iba a ser un dictamen favorable al triunfo del oficialismo, pero con irregularidades que denunciarán ante los tribunales electorales.
Es cierto que en el sector de Domenichini domina el optimismo respecto de que la decisión final, aún en sede judicial, les dará la razón dado que entienden estar con todos los fundamentos para un recuento transparente que los consolide como ganadores.
Aún así, el oficialismo también juega y lo hace con un enorme despliegue, y así lo ha demostrado desde la noche de la internas con postales mediáticas triunfantes, con imágenes de la “nueva conducción” partidaria y hasta Fernández se dio el lujo de anticipar sus primera medidas al frente del comité provincia.
Con un conjunto de medios que simplemente amplifican a su antojo lo que el oficialismo quiera decir, la instalación de un radicalismo a la medida de Abad pareciera estar a la vuelta de la esquina.
Es por eso que, desde el sector de Domenichini, analizan meticulosamente los pasos a seguir en la comunicación y en hacer saber que aún no hay resultados definitivos y que todo forma parte de un clima artificialmente triunfante que quiere consolidar Abad, Gustavo Posse y el propio Miguel Fernández, todos muy interesados en continuar la alianza con el Pro y, de ser posible, invitar al living de casa a los libertarios.
Le costará y mucho a Domenichini mantener un clima de “situación pendiente” sin una debida estrategia comunicacional que postergue no sólo un ambiente de triunfalismo del oficialismo, sino también de una cuestión que, para grandes medios y el universo de redes sociales, aparecería como “resuelta”.
Si el legislador logra mantener la incertidumbre -para lo cual se necesita una potencia mediática importante- entonces un fallo favorable tendrá permeabilidad en la opinión pública y no contrastará tanto con quienes se están declarando ganadores.
No son pocas las noticias que ocupan la cartelera nacional como para mantener “viva” la noticia de una indefinición en una interna de un partido que apenas mide el 4 por ciento de la intención de voto.
Esto Domenichini lo sabe bien, y por eso ajusta las clavijas para llevar a buen puerto futuras noticias que, por el momento, no son muy favorables. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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